Un tribunal noruego ha condenado a Tesla a pagar más de 13.000 euros a cada uno de los propietarios afectados por una actualización de software que redujo la autonomía de sus coches eléctricos, además de mermar la capacidad de recarga rápida, dando lugar a cargas más lentas.
Tesla ha sido condenada a pagar 136.000 coronas noruegas (unos 13.300 euros al cambio actual) a cada uno de los 30 propietarios demandantes, después de que la justicia noruega dictaminase que Tesla efectivamente redujo la autonomía de sus coches y la capacidad de carga rápida en una actualización de software, "estrangulando" la potencia de recarga, con resultado de cargas más lentas.
A priori, los modelos afectados son los Model S y Model X con la batería de 85 kWh, que dejaron de fabricarse en 2016. Para la mayoría de los propietarios afectados, la pérdida de la autonomía ocurrió después de actualizar a las versiones de software 2019.16.1 y 2019.16.2. Después de actualizar a esta versión, varios propietarios empezaron a notar pérdidas de autonomía en sus coches.
En los casos más extremos, algunos coches perdieron hasta un 11 por ciento de su autonomía -unos 48 kilómetros- en cuestión de 5 semanas. Una anomalía que no se correspondía a la degradación normal de las baterías, sino a una decisión voluntaria de Tesla para «proteger la batería y mejorar la longevidad de la misma». Por esta misma razón, también se redujo la potencia de carga rápida en corriente continua en los Supercargadores Tesla, dando lugar a recargas notablemente más lentas.
Dos pérdidas de prestaciones en cuestiones importantes como la autonomía y la recarga que llevaron a algunos propietarios afectados a demandar al fabricante y exigir explicaciones al respecto, además de la correspondiente compensación.
Tesla todavía puede recurrir la sentencia, para lo cual tiene varias semanas de margen. Según la prensa local, se calcula que solamente en Noruega podría haber más de 10.000 propietarios afectados por dicha actualización, lo que podría hacer que el monto total de la multa sea bastante más elevado para el fabricante estadounidense. Además, la sentencia podría marcar el camino a seguir para demandas similares en otros países, como Estados Unidos, en los que se han emprendido acciones legales semejantes.