La producción del Tesla Model 3 ha estado en boca de todo el mundo durante mucho tiempo, la mayoría de las veces de forma negativa, con expertos y medios cuestionando la capacidad de la marca para producir la cantidad que Elon Musk prometió en su día. Finalmente, con mucho retraso, el pasado junio se conseguía un hito para la compañía, producir 5.000 unidades de la berlina en una semana. Desde entonces, los problemas de la empresa han sido, sobre todo, por los problemas con la fuga de directivos, el tuit de Musk sobre la privatización de la marca, la demanda del SEC, el regulador del mercado estadounidense en consecuencia, y su reciente renuncia como director de Tesla y acuerdo con el SEC para olvidar la demanda.
En lo que se refiere a la producción, Tesla sigue cumpliendo objetivos al producir, durante el tercer trimestre, 80.142 unidades en total, desglosadas en 26.903 Model X y Model S y 53.239 Model 3. Además, la marca entregó 83.500 vehículos durante el mismo período, una cifra que superaba las expectativas de los inversores y los analistas. Mientras Wall Street esperaba unas 80.500 entregas, el número final ha satisfecho a la bolsa, que, junto con el anuncio del acuerdo entre el SEC y Elon Musk, provocaron un aumento en las acciones del 1,2% en la bolsa estadounidense.
Del mismo modo, Tesla se puso como objetivo producir entre 50.000 y 55.000 unidades del Model 3 durante el trimestre, por lo que, de nuevo, consiguieron satisfacer sus exigencias en un proceso que parecen haber empezado a dominar después de tantos meses de problemas. Ahora, parece que el siguiente paso para el vehículo es llegar a Europa. Elon Musk repitió que espera ser rentable a partir del pasado trimestre, cuyos resultados se esperan próximamente. Desde 2010, cuando la marca salió a bolsa, solo ha habido dos trimestres con números verdes.
El Model 3 y sus modelos en China
Del total de entregas, 55.840 personas recibieron un Model 3, superando en un 80% las cifras de todo el 2017 en un solo trimestre. La compañía afirmó en un comunicado que han mejorado los procesos de producción del vehículo para poder estabilizar esta cifra y seguir con su objetivo de continuar aumentando su volumen de producción, del cual depende en gran medida la capacidad de generar beneficios de la marca.
Por otro lado, la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha dificultado su labor en el Gigante Asiático. Así, según la misma marca, han conseguido mejorar también en las entregas del Model S y el Model X pese a que la guerra comercial ha ha aumentado los impuestos sobre los Tesla a un 40% en el país asiático, una cifra que les dificulta competir con otras firmas internacionales, que solo reciben un 15% de impuestos. "Estamos operando con una desventaja del 55 al 60% en comparación con el mismo coche producido en China", asegura Tesla, que no ve con buenos ojos sus dificultades en, de largo, el mercado más grande del mundo para vehículos eléctricos. La firma californiana está acelerando la construcción de su planta en China para poder empezar a producir sus coches ahí.