Tesla ha acaparado la actualidad durante las últimas semanas gracias a la presentación, el pasado día 10 de octubre, del Tesla Robotaxi y el Tesla Robovan, además de por dejar ver en la misma a su prototipo de robot autónomo Tesla Optimus.
Pero las buenas noticias no han sido las únicas relacionadas con la marca estadounidense. Varios medios han advertido que el Tesla Robotaxi tendrá un problema muy serio si, como el CEO de la firma norteamericana, Elon Musk, quiere que se ponga a la venta “antes de 2027”: obtener los permisos necesarios para circular por EE.UU.
Un objetivo que, dados los reincidentes problemas de seguridad del sistema de conducción autónoma de la marca, el ‘Full Self Driving’ -o FSD-, parece muy difícil de lograr antes de esa fecha.
Dos reveses para Tesla: el primero, la enésima investigación en Estados Unidos
Además, en las últimas horas se han conocido otras dos noticias que suponen sendos importantes reveses contra la marca estadounidense y el citado sistema FSD.
El primero es que la Administración de Seguridad Vial de Estados Unidos, la NHTSA, ha abierto una investigación federal contra la marca para, tal y como señalan desde la agencia Europa Press “determinar si su sistema de conducción autónoma parcial es defectuoso”.
La NHTSA ha abierto este expediente tras registrar cuatro accidentes, uno de ellos con un fallecido, en los que estuvieron involucrados los vehículos de la marca norteamericana.
Tal y como señala la agencia norteamericana en un escrito, lo que quiere evaluar es si el sistema de Tesla es capaz de “detectar y responder adecuadamente a los entornos de niebla y situaciones de baja visibilidad en la carretera”.
Esta investigación no es sino la última de muchas -más de 50 desde 2016- que la NHTSA ha abierto sobre los vehículos de la marca norteamericana, entre las que cabe recordar, por ser las más cercanas en el tiempo, una sobre los fallos en los limpiarabrisas de los Tesla Cybertruck este verano o la que, a finales del pasado año, hizo que Tesla tuviera que actualizar el software del citado sistema Autopilot en más de dos millones de vehículos.
Un sistema, el Autopilot, que sufre retrasos en su comercialización en China
También se ha conocido hoy mismo que, en China, el Ejecutivo de este país ha retrasado la puesta a la venta de esta tecnología. ¿El motivo? En este caso, problemas por un lado derivados del reconocimiento de la cartografía y, por otro, aquellos relacionados con la seguridad de los datos que recogen y almacenan los vehículos de la compañía norteamericana.
Medios locales señalan que, si bien la compañía norteamericana cuenta con el beneplácito del Gobierno chino para probar en sus carreteras algunas funciones de su sistema de conducción autónoma FSD, el Ejecutivo de este país aún no ha aprobado ningún sistema similar, ni tan siquiera alguno de sus marcas nacionales.
Pese a ello, y que el sistema FSD está a la espera de las aprobaciones regulatorias necesarias, la compañía norteamericana mantiene el objetivo de implementar este sistema en Europa y China durante el primer trimestre de 2025. Así lo anunciaba en su perfil en la red social X hace unas semanas.
Sin embargo, el principal problema del sistema FSD es que, pese a su nombre -traducido del inglés, sistema total de conducción- esta tecnología aún no es capaz de conducir sin la intervención humana. Muy al contrario, este sistema aún requiere que el conductor mantenga la vista en la carretera y que, en determinados momentos y cuando sea necesario, asuma el control del vehículo.