Elon Musk no es el arquetipo de multimillonario que alguien podría pensar. Un día anuncia el lanzamiento de un nuevo cohete de SpaceX más potente que el anterior, al siguiente hace una encuesta en Twitter preguntando si vende acciones de Tesla por valor aproximado de 26.000 millones de dólares, y al otro anuncia un nuevo negocio para Tesla. Este último es el caso que nos ocupa, pues la compañía estadounidense ha recibido permisos para empezar a comerciar electricidad a minoristas.
Si alguien todavía piensa que Tesla es un mero fabricante de coches, lamento comunicarle que está ciertamente equivocado. La compañía que dirige Elon Musk va más allá de lo estrictamente automovilístico, y sus tentáculos abrazan lo tecnológico en diversas formas y también el apartado energético. Tesla ha conseguido la licencia oficial para vender electricidad a clientes minoristas en el estado de Texas a través de una empresa llamada Tesla Energy Ventures.
La compañía presentó la documentación necesaria el pasado verano y hace apenas unos días el estado de Texas dio el visto bueno para su aprobación. La Comisión de Servicios Públicos de Texas escribió en su dictamen que Tesla Energy Ventures tiene ahora licencia para «proporcionar servicios eléctricos al por menor en toda el área atendida por ERCOT», que es el 75% de todo Texas (ERCOT son las siglas de 'Electric Reliability Council of Texas').
Todavía se desconocen los detalles sobre los planes o la operativa de Tesla en este sentido, aunque algunos rumores apuntan que inicialmente podrían centrarse en los actuales clientes de Tesla. Y no sólo clientes de sus coches eléctricos: también de sus tejas solares y de sus baterías estacionarias para el hogar. Es decir, algunos clientes ya pueden producir y gestionar su propio consumo energético sin salir de un ecosistema Tesla: se puede obtener electricidad a través de las tejas solares de la compañía y después almacenar en las baterías Powerwall la que no se vaya a utilizar (o vender los excedentes a la red). Recordemos que Tesla tiene también un software específico llamado Autobidder, una plataforma que sirve para gestionar en tiempo real y comercializar la energía obtenida de manera autosuficiente (incluso si se hace con paneles fotovoltaicos de otro fabricante).
Con todo ello, Tesla podría crear una central eléctrica "virtual", actuando como comprador y vendedor de energía simultáneamente, y con acceso a muchos datos (tantos como recoge el software Autobidder de los clientes). Las implicaciones que esto conlleva es algo que todavía tienen que regular las autoridades texanas. En lo que respecta a Tesla, es algo en lo que ya tiene cierta experiencia: la empresa tiene una central eléctrica virtual en el estado de Australia del Sur y una versión beta que se lanzó en California este pasado verano. No obstante, algunas previsiones para California señalan que no se espera una participación mayor del 5% del los alrededor de 50.000 clientes existentes que tienen Powerwall en casa.
Sin embargo, y aunque las previsiones iniciales sean modestas, las ambiciones de Musk van mucho más allá. El año pasado dijo a los inversores de Tesla que, a largo plazo, Tesla Energy en su conjunto tendrá «más o menos el mismo tamaño que Tesla Automotive». Aunque suena grandilocuente, Musk aplicó la lógica señalando que «el negocio de la energía es colectivamente más grande que el de la automoción».