Tesla se ha asegurado sus propios derechos de extracción de litio en Nevada (Estados Unidos) después de abandonar las negociaciones para comprar una empresa en la zona, según ha podido saber Bloomberg. Tesla ha conseguido derechos de acceso a 4.000 hectáreas de depósitos de arcilla rica en litio en Nevada, donde ya planea utilizar una nueva «forma muy sostenible» de extraer este preciado metal.
El fabricante estadounidense de coches eléctrico ha estado manteniendo conversaciones en los últimos meses con Cypress Development Corp., una empresa que busca extraer litio de los depósitos de arcilla en el suroeste de Nevada, pero finalmente ambas partes no han llegado a un acuerdo, según fuentes próximas a la negociación que han preferido preservar su anonimato.
Tesla, que en el pasado evento del 'Día de la Batería' anunció una reducción de costes de sus baterías de hasta un 50 %, ha optado finalmente por buscar litio por su propia cuenta, una estrategia que ha delineado el propio Elon Musk. Ni Tesla ni Cypress han hecho declaraciones al respecto de esta información. No obstante, y para asegurarse la producción hasta que evolucione su plan de extracción propia, Tesla firmó el mes pasado un acuerdo con Piedmont Lithium Ltd. para el suministro de materias primas para sus baterías.
La decisión de Tesla de fabricar sus propias celdas para baterías e iniciar la producción de cátodos, así como de las materias primas asociadas, tiene como objetivo aumentar su capacidad de producción interna. A esto se ha de sumar la producción fruto de los acuerdos con proveedores externos, muy importante a medida que aumenta la demanda de coches eléctricos, como Panasonic, LG Chem o CATL.
Los fabricantes de coches eléctricos buscan una mayor participación en las cadenas de suministro para asegurarse de que tendrán acceso a las materias primas necesarias en las cantidades requeridas. Es un problema que está cobrando mayor importancia, ya que se prevé que la demanda de litio aumentará drásticamente en los próximos años, y es probable que haya problemas de oferta debido a la reducción de nuevas explotaciones mineras, cuya expansión se ha detenido como resultado de la caída de precios desde mediados de 2018.