Tesla está actualmente en su mejor etapa en cuanto a ventas y le espera un futuro prometedor en base a los modelos que están en su cartera de novedades. El Cybertruck, el Roadster II y el Semi son tres propuestas muy interesantes aunque no están dirigidas precisamente a un mercado de masas. Por eso, es solo cuestión de tiempo, y de recursos, que Tesla se decida a hacer realidad lo que Elon Musk ya ha conformado prácticamente: un coche eléctrico de entrada, con un precio de venta de unos 25.000 dólares que competiría en el mercado por el que pelearán todos los fabricantes tradicionales.
Actualmente, Tesla se encuentra en su mejor etapa en cuanto a ventas, con listas de pedidos que marcan récords en su corta historia en la mayoría de los mercados en los que opera. Tanto es así que es posible que no pueda producir tantos vehículos como se le demandan y tenga que estirar las fechas de entrega para poder cumplir con sus clientes. Una situación en la que no entran anuncios ni presentaciones de modelos nuevos, porque solo le complicarían la vida al fabricante californiano.
Sin embargo, Elon Musk, su CEO, ha dejado claro en varias ocasiones que en su plan de ruta está incorporar un coche eléctrico compacto de entrada, una vez que parece totalmente abandonada la posibilidad de ofrecer el Model 3 por 35.000 dólares, tal y como prometió en su presentación. Un modelo que se diseñará, se desarrollará y se fabricará en China, pero que se venderá en todo el mundo. Por eso, el fabricante ha intentado reclutar trabajadores allí para arrancar el proyecto.
Ahora una información publicada por Autocar añade nuevos datos a estas intenciones de Tesla señalando que en el momento histórico en el que se encuentra Tesla en cuanto a volumen de ventas en sus 13 años de historia, "está trabajando para consolidarse como la marca de vehículos eléctricos líder en el mundo frente a la feroz competencia de fabricantes establecidos".
Con este trabajo se refiere al desarrollo de un compacto que pueda competir con el Volkswagen ID.3, con el veterano Nissan Leaf o con la oferta de Stellantis, Renault, Kia e Hyundai en este segmento crucial para las cuentas de los fabricantes. Según la información publicada, este nuevo modelo saldrá a la venta en 2023 y será el más barato (por mucho) que el fabricante haya producido en toda su historia. Su precio de entrada serían 25.000 dólares (21.000 euros aproximadamente) sin contar con las posibles ayudas gubernamentales en cada mercado. Con el Model 3 demostrando que un coche eléctrico puede atraer las ventas y acercarse al mercado masivo, es muy probable que un modelo más compacto (y con cierto aire SUV) atraiga una demanda muy superior.
En el otro lado de la moneda está lo que Tesla necesitaría para poder producir este modelo al nivel que requerirán los pedidos, porque probablemente necesite que todas sus fábricas se dediquen a él a pleno rendimiento. Sin contar a lo que deberá renunciar (y a lo que no) para que la producción no suponga perder dinero. Y aquí es donde entran en juego las nuevas celdas de batería 4680 presentadas el año pasado.
Batería estructural de Tesla formada por celdas 4680.
La nueva batería estructural es, probablemente, el centro neurálgico de este proyecto. Según Tesla, con ella el ahorro de costes de fabricación podría alcanzar hasta el 50% respecto a los modelos actuales, proporcionando hasta cinco veces más energía y un 16% más de autonomía.
El nuevo Tesla Model S Plaid no las emplea. Lo iba a hacer el Plaid +, que ha sido cancelado, hasta tal punto que muchos expertos han llegado a afirmar que esta versión vitaminada no era posible sin las nuevas celdas 4680. Su producción en serie, según Tesla, arrancará el año que viene. Lo mismo podría suceder con el Cybertruck otros futuros modelos de Tesla.
Contando con su implementación en el nuevo compacto de Tesla, este tendría que ser capaz de ofrecer 400 kilómetros de autonomía para competir con sus rivales, lo que estaría por debajo de lo que Tesla trata de ofrecer en otros modelos en función de su "estándar de excelencia" que le ha llevado a eliminar sucesivamente las versiones con baterías más pequeñas, las llamadas autonomías Estándar, del resto de sus modelos.
Un Tesla más compacto (y con cierto aire SUV) atraería una demanda muy superior a la del Model 3.
Hasta ahora, Tesla no ha realizado un anuncio oficial sobre el formato ni el nombre del este compacto, refiriéndose a él solo como un "producto futuro" desarrollado para continuar los pasos del Semi, el Cybertruck y el Roadster. Aun así, es muy probable que tenga un parecido razonable con el Model 3 y que pueda quedarse con el nombre de Model 2, como el vehículo de entrada a la gama.