La red de Supercargadores de Tesla es uno de los grandes atractivos que ofrece el fabricante estadounidense para diferenciarse de sus rivales. Con el inicio de la producción en una nueva instalación cerca de la Gigafactoría de Shanghái se impulsa el crecimiento de la red tanto en el país asiático como en el resto del mundo. De sus líneas de producción saldrán cada año 10.000 puestos de carga que además contarán con la tecnología Supercharger V3, capaz de ofrecer hasta 250 kW de potencia en corriente continua.
Inicialmente, todos los equipos necesarios para poner en marcha una estación de Supercargadores se fabricaban en la planta de Tesla en Fremont, California, pero con el lanzamiento de la nueva tecnología de los Supercharger V3 el año pasado la producción se trasladó a la fábrica de Nueva York en la que Tesla produce sus tejas solares. Allí, la producción fue aumentando a medida que se expandía la red de carga con las estaciones más potentes. En 2020, el despliegue general de la red se aceleró, de manera que recientemente la cifra de Supercargadores ha alcanzado la cifra de 20.000 puestos instalados en 2.200 estaciones en todo el mundo.
La fábrica de Supercargadores que ahora se pone en marcha en China comenzó a construirse el año pasado, en una ubicación cercana a la Gigafactoría de Shanghái, con el objetivo de que comenzara a operar en febrero de 2021. Los trabajos han avanzado según las previsiones de manera que el cronograma se ha cumplido al pie de la letra. Tesla ha publicado en su cuenta de la red social Weibo el arranque de la producción: "Hoy, Tesla Shanghai Supercharging Station Factory ha iniciado oficialmente sus operaciones gracias al apoyo del gobierno de Shanghái en todos los niveles". Tesla ha añadido al mensaje las fotografías oficiales de las primeras unidades producidas en la nueva fábrica.
Según la información que ha proporcionado la compañía de estas instalaciones saldrán cada año 10.000 puestos de carga. Teniendo en cuenta que Tesla acaba de instalar el Supercargador número 20.000 de su red y que para ello ha necesitado loso últimos ocho años, este nivel de producción debería acelerar de manera muy notable la implementación de su red de recarga mundial con la última tecnología de carga de la compañía.
Cuando Tesla comenzó a implementar su red de Supercargadores, allá por 2012, su objetivo era permitir que los propietarios de sus coches eléctricos, en aquel momento solamente el Tesla Model S (el Tesla Roadster actual no puede utilizarlos), pudieran viajar igual que lo hacían con sus coches de combustión.
La tecnología de los Supercharger V3 ofrece una potencia máxima de 250 kW que se logran gracias a la implementación de un nuevo cable refrigerado por líquido. El cable es significativamente más liviano, más flexible y más eficiente que el cable actual que se enfría por aire y que se encuentra en los Superchargers V2. A diferencia de los que ocurre en estos, la potencia no se comparte entre dos coches en el caso de que utilicen el mismo punto de carga sino que cada uno de ellos solamente puede alimentar a un vehículo.