Hyundai estaría trabajando en dos líneas de producción en su país de Origen, Corea del Sur, dedicadas exclusivamente a coches eléctricos. Se habría tomado la decisión de tomar dicha ofensiva dado el inesperado éxito que Tesla ha cosechado con la llegada del Model 3 al mercado.
Estas plantas estarían operativas desde el año que viene la primera, y quedando la segunda relegada a 2024. Hyundai se habría visto tomada a efectuar tal maniobra de aumento de la producción dada la diferencia de ventas de coches eléctricos entre Tesla y la propia coreana. Con un total de 86.434 coches eléctricos vendidos el pasado año Hyundai habría conseguido superar por cierto margen a la europea Volkswagen, que se quedaba con 73.278 unidades vendidas. Pero ninguno de estos dos fabricantes se habría acercado al gigante americano, Tesla, con un total de 367.500 coches eléctricos vendidos. El objetivo de Hyundai con estas dos nuevas plantas es estar fabricando, para 2025, un millón de coches por año.
Dicha franja está, en gran parte, originada por la llegada al mercado del Tesla Model 3, posicionándose como un producto más asequible de la compañía americana. Según Reuters, dice una fuente interna no identificada de Hyundai, que la llegada del Model 3 al mercado no se tomó en serio por parte de los asiáticos, ya que al estar posicionado tanto por precio como por enfoque premium muy por encima de los productos del fabricante coreano, no debería haberles pisado. Pero lejos de ser así, lo han catalogado como una 'victoria estratégica' en su propio mercado, de coches más económicos.
Elon Musk, CEO de Tesla
El movimiento de Hyundai traería consigo varios frentes a los que debería dedicar tiempo y recursos, tal vez más de los que disponen. Uno de ellos sería buscar respaldo en fabricantes de baterías para así respaldar su ofensiva de producto eléctrico, y ha encontrado en los también coreanos SK Innovation y Samsung dos aliados en su propio país.
De trascender esta estrategia de producto, las ventas de vehículos de combustión descenderían, dejando en el aire todos los empleos al que estos coches dan sustento, que además requieren de una mayor dotación de personal dado lo complicado del planteamiento de un coche de combustión frente a uno eléctrico. Estaríamos hablando tanto de personal de ensamblado en la línea de producción como de hasta de mecánicos.
Esto dejaría a Hyundai con un claro problema de recursos humanos, ya que los sindicatos de la propia empresa y del país están instando al fabricante coreano a fabricar sus propias baterías y partes eléctricas por sí mismo y así reubicar al personal que ahora trabaja para ellos. Pero lo cierto es que ello requiere de un know-how, tiempo de desarrollo y formación y criba del actual personal del que tal vez Hyundai no disponga. Podría ser ya tarde para tomar esta decisión, y de hacerlo, sería la más arriesgada y podría quedarse fuera de la carrera por estar a la cabeza del coche eléctrico.
Ciertamente no deberíamos quedarnos con el titular de Hyundai perdiendo contra Tesla, es más bien Tesla ganando batallas sea cual sea su propósito. No sólo llevan dos o tres años de ventaja tecnológica y estratégica confome al resto de fabricantes de coches eléctricos, sino que también se suma el deseo que tienen los compradores por llegar a tener un producto de la marca americana. ¿Fanatismo? Hasta ahora parece insólito en la industria del automóvil y tan sólo se ha visto algo así en Apple, lo que sin duda suma a la brecha ya abierta entre los fabricantes tradicionales y la firma de Elon Musk.