La compañía de Elon Musk lleva años en búsqueda de alcanzar la conducción autónoma plena. De hecho, el propio CEO de Tesla ya mencionó que una de sus mayores ambiciones es lanzar un coche sin volante ni mandos de ningún tipo, que se conduzca de forma totalmente autónoma. Las sucesivas actualizaciones del llamado sistema FSD (Full Self-Driving) por el momento no han llegado al punto de alcanzar el mencionado propósito, aunque podría estar un paso más cerca.
Según los nuevos informes publicados en medios como Taiwan Economic Daily o China’s IT House, Tesla habría llegado a un acuerdo con la empresa TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company Limited) para hacerse con una enorme cantidad de microchips de 4 nm y 5 nm destinados a instalarse en la próxima generación del sistema FSD.
Sendas webs especializadas aseguran que Tesla se habría convertido en uno de los mayores clientes de TSMC debido al enorme pedido realizado. De forma paralela, este ha sido el primer acuerdo que la firma taiwanesa cierre con una empresa automovilística de gran calado y de producción en masa. No obstante, ninguna de las dos empresas ha emitido un comunicado oficial sobre esta colaboración, la cual dará comienzo en 2023. A partir de ese momento, todos los indicios apuntan a que Tesla sustituirá Samsung por TSMC como su proveedor oficial de microchips.
Actualmente, los modelos eléctricos de Tesla ya se encuentran bastante avanzados en cuanto a sistemas de apoyo al conductor, sin embargo, la conducción autónoma plena aún está lejos de ser una realidad. A día de hoy monta el llamado Hardware 3 en sus coches eléctricos, el cual será sustituido por el Hardware 4 con microchips de TSMC en cuanto estos estén listos, pero aún sin fecha concreta de llegada.
Los detalles, características y especificaciones concretas con las que contará el Hardware 4 por el momento son escasas. Hace algunos meses, el propio Elon Musk planteó la idea de que este se estrenase junto al esperado Tesla Cybertruck, el cual espera dar un paso más allá en cuanto a capacidad autónoma con respecto a los modelos actuales. Lo único que se adelanta en los informes publicados por los medios asiáticos, es que este nuevo chip triplicaría la potencia del modelo actual.
Las fechas cuadrarían a la perfección, puesto que el pick-up eléctrico de Tesla no iniciará su producción en masa hasta finales del próximo 2023. Es lógico pensar que Tesla ha firmado la adquisición de un elevado número de unidades de microchips un año antes de que este se comience a producir. En este período, a la marca debería darle tiempo a concluir el Hardware 4 e introducir los componentes adquiridos a TSMC.
No obstante y pese a la contundencia de estos informes, Tesla y TSMC deberían comunicar tal movimiento próximamente, donde se especifiquen los datos oficiales y cuáles serán las capacidades del nuevo microchip. El año pasado, TSMC fabricó más de la mitad de todos los chips semiconductores del mundo.