A menudo una de las dudas más comunes que surgen antes de que un comprador se decida por un coche eléctrico o no es la fiabilidad de éstos frente a un coche tradicional, y la respuesta más común a esta cuestión es que al gozar de una menor complejidad técnica la fiabilidad es muy superior a la de un coche térmico.
Son varias las veces que en Híbridos y Eléctricos hemos tratado acerca de cómo los coches eléctricos aguantan el paso del tiempo y los kilómetros, y en particular con especial interés en Tesla, pues es la firma más representativa en términos de movilidad eléctrica. Uno de los últimos artículos dedicados a ello fue para dar a conocer la pérdida de efectividad en la batería de un Model S con más de 350.000 kilómetros a sus espaldas.
El modelo de Tesla que toma relevancia en estas líneas no es otro Model S, sino el que se ha convertido en el coche eléctrico más vendido del mundo. Se trata del Tesla Model 3 al que un usuario estadounidense le ha hecho recorrer durante los dos últimos años un total de 100.000 millas (160.000 kilómetros) y ha dado a conocer qué tal se ha desenvuelto el coche eléctrico en cuestión durante todo este tiempo.
El Tesla Model 3 protagonista del hito es un Model 3 Long Range de 2018 propiedad de Kazi Imam, quien contó a Electrek hace un año cómo habían sido esos más de 130.000 kilómetros a bordo de su Tesla, que durante sus dos años de uso ha promediado una distancia mensual de unos 6.600 kilómetros al mes, demostrando que los coches eléctricos no sólo son afines a aquellos usuarios que recorren distancias cortas, sino también para los que hacen grandes kilometradas anuales.
Tesla Model 3 de Kazi mostrando las 100.000 millas recorridas.
En lo que más insiste Kazi acerca de su Model 3 es en el irrisorio coste de mantenimiento. Asegura que en estos dos años de vida útil del Tesla ha desembolsado un total de 1.741 dólares en servicios y recambios relativos a mantenimiento, que convertidos a euros suponen 1.494 euros. Asumiendo que un usuario medio recorra 10.000 kilómetros anuales, el coste hubiera sido de apenas 115 euros por cada año en mantenimiento.
Kazi admite que Tesla se ha hecho cargo del coste de varias reparaciones menores bajo garantía (no especifica cuáles) y que de su bolsillo han corrido gastos como la sustitución del líquido de frenos, alineado de las ruedas, sustitución de las escobillas de los limpiaparabrisas y el filtro del aire del habitáculo.
También se pronunció acerca de la pérdida de efectividad de la batería tras estos intensos dos años de uso y más de 160.000 kilómetros, dejando saber que ha perdido en torno a un 5 % de su efectividad desde que estrenara su Model 3. Un pérdida en línea del 10 % de la del Tesla Model S australiano con 350.000 kilómetros.
