El tema de los influencers y las redes sociales está fuera de control. Para destacar es necesario hacer cientos de locuras que la mayoría de los mortales no están preparados para hacer. Al protagonista del canal de YouTube Chillin with Chet no se le ocurrió otra brillante idea que tratar de cruzar un canal con un Tesla Model S Plaid modificado. ¿El resultado? Compruébalo por ti mismo.
Pongámonos en situación. Tesla anuncia que su Model S Plaid no solo es el coche eléctrico más rápido en producción gracias a sus 1.020 caballos y a su aceleración de 0 a 100 Km/h en tan solo 2,1 segundos; también es capaz de soportar el agua como pocos coches en el mundo. Es una de las muchas afirmaciones que los fabricantes suelen lanzar en sus catálogos promocionales, pues saben que nadie las va a poner a prueba.
Tesla Model S Plaid bajo el agua.
Sin embargo, resulta que en esta ocasión alguien sí lo ha puesto a prueba. Como veníamos diciendo, el protagonista de este canal de YouTube, muy acostumbrado a hacer ciertas locuras, no se le ha ocurrido otra cosa que crear un foso, cubrirlo con una lona impermeable y llenarlo de agua. ¿El objetivo? No es otro que el de comprobar la resistencia al agua de su coche eléctrico de 130.000 dólares.
Según lo que parece una profunda preparación, incluidas diversas operaciones matemáticas de dudosa calidad, nuestro protagonista se dirige a un centro oficial para conocer las posibles averías que podrían resultar en el Tesla Model S tras la prueba, así como para ver qué operaciones necesita realizar en el coche para evitar la entrada de agua.
Tras proceder a asegurar ciertas zonas sensibles de ser dañadas, sellando juntas y tomas de ventilación, incluso añadiendo lastre para nivelar el peso, el Model S Plaid parece estar preparado y listo para los primeros ensayos en "escenarios controlados". A pesar de los preparativos nada sucede como estaba programado, entrando el agua sin control en el habitáculo del coche.
Tras una vuelta al taller con la intención de analizar y reparar los defectos, ahora sí parece estar todo listo para la prueba. Tomando un pequeño impulso el coche se introduce en el agua, y como por ate de magia empieza a flotar y a avanzar lentamente por el empuje de la inercia y de las ruedas girando, saliendo del agua sin muchos problemas aparentes. A pesar de haberse dado por satisfecho el reto el agua entró en el coche, aunque sin afectar a la mecánica.
A la inmensa mayoría de las personas cosas así les resulta de lo más innecesario, por no decir estúpido. Desde aquí, y desde cualquier lado, no aconsejamos realizar semejantes pruebas. La idea de un Tesla Model S Plaid submarino solo es necesaria en las cabezas de aquellos que necesitan hacer locuras para llamar la atención. Mejor no salir del asfalto, que es el hábitat natural de este, y de muchos coches.