A pesar de que el año 2023 fue todo un éxito para Tesla, marcado por un récord en producción y ventas, el inicio del 2024 ha sido más problemático. Tras la bajada de precios del año pasado, la compañía ha experimentado una notable pérdida de rentabilidad. Tanto los ingresos como los beneficios cayeron drásticamente.
Bajo el liderazgo de Elon Musk, Tesla apuesta por la conducción autónoma, lo que ha implicado grandes gastos para la empresa. Mientras tanto, otros proyectos prometedores, como el Tesla Model 2, parecen estar estancados en el proceso de desarrollo y producción. Como consecuencia, despidos y eliminación de departamentos que han llegado hasta la división de supercargadores.
“Separaciones de empleo”, el eufemismo del despido
El CEO de Tesla, Elon Musk, ha comunicado a través de una carta a los empleados de la empresa su despido debido a la falta de "vacantes compatibles con sus habilidades". Esto se produce después de que hace unas semanas el empresario anunciara la eliminación de más de 14.000 puestos de trabajo, lo que representa aproximadamente el 10% de la plantilla global de la compañía.
Musk indica en la carta que, tras revisar cuidadosamente las restricciones laborales permanentes y la función del empleado, se ha determinado que “no hay ningún ajuste razonable que le permita cumplir las funciones esenciales de su puesto en su rol actual", sin mencionar explícitamente la palabra "despido".
Acto seguido, y cuando parecía que la intención era recolocar al trabajador en otra división de la empresa, llega un jarro de agua fría: "No hemos identificado ninguna vacante para la que parezca cualificado". "Como no hemos identificado un puesto alternativo disponible, comenzaremos a procesar su separación del empleo con Tesla", añade.
Los despidos se llevaron a cabo el pasado 3 de mayo de 2024, aunque según informó Bloomberg, el magnate expresó su deseo de despedir al menos al 20% de la plantilla de la empresa.
El volantazo de Tesla: inversiones millonarias
En el lado opuesto a esta maniobra, Elon Musk ha anunciado, en su cuenta personal de X (anteriormente Twitter), una inversión de 500 millones de dólares (463,8 millones de euros) para ampliar la red de supercargadores.
El directivo especificó que esta inversión será exclusivamente para "nuevos puntos y ampliaciones, excluyendo los costos operativos, que son considerablemente más elevados". Hace diez días, Musk había anunciado que la empresa planeaba agregar cargadores a un ritmo más lento y que se planteaba mejorar el tiempo de actividad en las ubicaciones existentes en lugar de expandir orgánicamente el negocio.
Tesla ya no es una startup
En abril, el empresario estadounidense declaró que la empresa debía reorganizarse cada cinco años y que era necesario "optimizar el rendimiento para la próxima fase de crecimiento". Por primera vez desde su fundación, Tesla ha registrado una disminución en las ventas de coches eléctricos en comparación con el mismo período del año anterior, debido a una desaceleración del mercado y a una creciente competencia china.
Actualmente, la empresa se encuentra en una encrucijada entre continuar su camino hacia la rentabilidad y la fabricación de un coche eléctrico asequible y ampliar la base de clientes, o abandonar estos planes y enfocarse en el desarrollo del servicio de robotaxis. Estas dudas han llevado a la compañía a tomar medidas para tranquilizar a los accionistas al anunciar despidos masivos, con la esperanza de frenar la caída de los precios de las acciones, que han disminuido más del 30% en lo que va de año.