En Europa no estamos muy acostumbrados a personalizar nuestros coches. Si miramos al exterior, podremos ver cómo la inmensa mayoría de los vehículos que circulan por nuestras carreteras se parecen entre sí. Algunos fabricantes, sobre todo los de consideración prémium, incluyen en sus catálogos diferentes alternativas para decorar sus coches. En algunas ocasiones, esos trabajos de pintura pueden llegar a costar varios miles de euros. Sin previo aviso, Tesla suma ahora un nuevo color para sus dos modelos más caros y grandes. Los Model S y Model X ya pueden personalizarse un poco más, pero no para todo el mundo.
Si bien los europeos solemos ser bastante aburridos a la hora de escoger el color de nuestro coche, en Estados Unidos hay toda una industria paralela en cuanto a personalización. Muchos talleres se centran, exclusivamente, en decorar los coches al gusto particular de cada cliente con opciones donde el tamaño del bolsillo es el límite. Durante todos estos años, Tesla ha sido bastante parca a la hora de ofrecer alternativas estéticas para sus coches. Cuatro tonalidades básicas que son ideales para la estandarización, pero fatales para aquellos clientes que quieran tener un coche diferente al de su vecino.
Stealth Grey para los Model S y Model X, por ahora sólo para el mercado americano
A partir de ahora, los modelos más caros de la casa, los Tesla Model S y Model X suman una nueva pintura en su gama, denominada Stealth Grey (Gris Sigiloso). Tal y como aparece en el configurador oficial, el nuevo color no tiene coste alguno, es gratis al igual que los habituales negro, blanco, rojo y azul. Aunque hablamos de un tono oscuro, podemos decir que realza las líneas de ambos modelos con un toque de sobriedad sin llegar al límite del negro total. El Stealth Grey está disponible en todas las versiones, ya sea el modelo estándar o el todopoderoso Plaid.
Sin embargo, como ya adelantábamos al principio, hay un problema al respecto. Por ahora sólo está disponible para el mercado americano. Si entramos en el configurador nacional veremos que la sigilosa pintura no aparece en ninguno de los dos modelos. Tesla no se ha pronunciado al respecto. No se sabe si en algún momento empezará a dar esta opción, aunque es bastante probable que sí, teniendo en cuenta que el modelo se fabrica en Estados Unidos y después se exporta a Europa. Lo que Tesla sí ofrece desde hace una semana son vinilos oficiales que permiten alterar la configuración decorativa de la carrocería de los Tesla Model 3 y Model Y por un precio de hasta 8.000 euros.
Históricamente, los dos modelos más pequeños de la casa han recibido casi toda la atención en lo que a oferta cromática se refiere, principalmente el Tesla Model Y. En la primavera del año pasado, Tesla introdujo dos nuevas tonalidades para su coche más vendido, Quicksilver y Midnight Red Cherry. Ambas pinturas resultan espectaculares y son bastante complejas de aplicar ya que llevan hasta 13 capas. Eso sí, el coste es acorde a la complejidad, entre 3.000 y 3.200 euros más a añadir a la factura final. Ambos impresos en la Gigafactoría de Berlín que, en palabras textuales del propio Elon Musk, cuenta con el taller de pintura más avanzado del mundo.