Tras dominar la industria del coche eléctrico, el objetivo de Tesla, y de su máximo responsable, Elon Musk, es convertir a la compañía en la más puntera y avanzada en cuestiones de conducción autónoma. Los ingenieros americanos están desarrollando los conceptos y el equipo que dentro de poco, según prometen, harán del conductor un mero pasajero. Sin embargo, la conducción autónoma total todavía no es una realidad y el paquete FSD de Tesla no es tan impresionante como Elon Musk quiere hacernos creer. Así al menos lo apuntan desde un estudio independiente.
La tecnología de conducción autónoma total, el famoso paquete FSD de Tesla, ha sido promocionada durante mucho tiempo como la próxima gran evolución en el mundo del automóvil. Si bien el director ejecutivo de Tesla suele promocionar las capacidades del sistema, las pruebas y los datos independientes a menudo han pintado un panorama más desalentador y muy lejano a las promesas que podemos ver en Internet. Ahora, una nueva evaluación realizada por AMCI Testing, una empresa independiente de pruebas automotrices, ha expuesto que el programa FSD tiene más limitaciones de las que cabría esperar.
Fallos inesperados que obligan a prestar mucha atención al entorno
Las pruebas de AMCI han sido realizadas a lo largo de 1.600 kilómetros a bordo de un Tesla Model 3 Performance de 2024 equipado con Hardware 4 y con las versiones 12.5.1 y 12.5.3 del paquete instaladas. Tras los test se ha revelado una realidad desconcertante: se requirió la intervención del piloto una media de una vez por cada 21 kilómetros, lo que se traduce en más de 75 intervenciones durante el periodo de la prueba. Esta cifra superó, con creces, las expectativas, incluidas las de los más críticos con respecto al sistema FSD. Los resultados contrastan marcadamente con los datos obtenidos por conductores que publican sus vídeos a través de las redes sociales.
Si bien AMCI reconoce que el sistema FSD de Tesla es impresionante a la hora de imitar los comportamientos habituales de un conductor, especialmente para un sistema basado en cámaras, también advierte de ciertos peligros de autocomplacencia. Guy Mangiamele, director de pruebas de AMCI, advierte que la "infalibilidad" anunciada del sistema puede crear una falsa sensación de seguridad, lo que lleva a los conductores a quitar las manos del volante o a distraerse mientras circulan. Algo que ya está investigado y reconocido por la NHTSA. Esto es increíblemente peligroso, ya que incluso los conductores de pruebas que han realizado las pruebas han tenido que permanecer atentos para detectar los errores de cálculo del sistema.
Los expertos aseguran que lo más delicado es la naturaleza impredecible del paquete FSD. Mangiamele señala que durante las pruebas se han hecho los mismos recorridos con diferentes respuestas. No es posible saber cuándo va a fallar el equipo y eso le hace ser realmente peligroso e impredecible. Las pruebas de AMCI también han puesto de relieve fallos persistentes derivados de deficiencias básicas de programación. Por ejemplo, el sistema a menudo iniciaba cambios de carril hacia una salida de la autopista apenas unos metros antes de la salida, lo que obstaculizaba su funcionalidad general y planteaba dudas sobre la calidad de su programación subyacente.