El Gobierno Chino anunció el pasado viernes que suspenderá el incremento en los aranceles a los vehículos importados desde Estados Unidos hasta finales de marzo. De esta forma, durante los tres primeros meses de 2019, los aranceles a los vehículos estadounidenses, entre los que está el fabricante de coches eléctricos Tesla, se rebajarán del 40% al 15%. El arancel habitual en China para los coches importados de EEUU antes de que se desatase la guerra comercial era del 25%.
A raíz del anuncio, Tesla se ha apresurado a volver a corregir los precios de su producto, los cuales se vieron incrementados a razón de los mayores aranceles impuestos por el Gobierno de Xi Jinping. Así pues, los únicos dos modelos disponibles en China en la actualidad, el Model S y el Model X, rebajarán su precio en 105.000 yuan (13.500€) y 65.000 yuan (8.300€), respectivamente.
Tesla respondió inicialmente al aumento de aranceles subiendo sus precios un 20% para compensar los impuestos del Gobierno Chino, pero después de una importante caída en las ventas en el Gigante Asiático, decidió rebajar de nuevo los precios entre un 12% y un 26%. Así pues, las bajadas de precios adicionales tienen como objetivo reconducir las ventas y hacer que sus coches eléctricos sean más competitivos ante una creciente oferta de vehículos con características similares.
Para Tesla, que vendió en 2017 más de 17.000 vehículos en el país, China es su segundo mercado después de los Estados Unidos. La empresa dirigida por Elon Musk planea construir una fábrica de vehículos y baterías en las inmediaciones de Shanghái. Allí es donde construirá, a partir de 2020 su vehículo más accesible, el Tesla Model 3, además de un SUV de menor tamaño al Model X que todavía no ha sido presentado.