Cuando todo el mundo esperaba una actualización increíble, el despliegue de la última versión del paquete de conducción autónoma de Tesla está causando más problemas que beneficios. La compañía ha anunciado que paraliza el despliegue de la versión Beta y que lo desactiva en aquellos modelos que ya disponían de él debido a un grave problema de seguridad. Esperan resolverlo pronto, pero no han propuesto una fecha concreta para ello. Al menos llevará unas pocas semanas.
A finales del año pasado, Tesla empezó con el despliegue de la última actualización de su afamado programa de conducción autónoma (Full Self Driving). Un puñado de clientes fueron los primeros en disfrutar de la versión Beta, y tras un par de meses de pruebas, a principios de este año se inició el despliegue paulatino en el resto de las unidades que tuvieran contratado el paquete. Paquete que, por cierto, ha incrementado el precio una vez más hasta los 12.000 dólares.
Sin embargo, lo que parecía una magnífica nueva versión, más avanzada, inteligente y capaz, se ha tornado en una versión con graves fallos de seguridad. El hecho es que durante las últimas semanas se ha detectado que numerosas unidades no eran capaces de leer las señales de Stop, o al menos no eran capaces de interpretarlas correctamente, lo que supone un grave defecto que causa la retirada más que justificada de la última actualización del FSD (versión Beta).
Tesla Model S.
Una vez más, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico ha tenido que intervenir en el asunto ante las múltiples situaciones de riesgo causadas. El problema no solo reside en el fallo puntual y errático, sino que el problema actúa de forma diversa en función del vehículo y la circunstancia. Ante tal situación, Tesla no ha tenido más remedio que efectuar una retirada en todos los modelos donde se había desplegado la versión beta, siendo 53.820 de ellos los afectados.
Aunque no hablamos de un problema nuevo, pues se venían detectando fallos en versiones anteriores del programa, se ha especulado que el problema podría derivar del cambio en la configuración de la frenada regenerativa que Tesla ha implementado recientemente. Durante años el conductor no ha tenido oportunidad de gestionar el grado de retención del vehículo, cosa que desde hace semanas se puede hacer gracias a una actualización.
Una de esas actualizaciones remotas será la que solucione el problema de seguridad. Tesla ya ha avisado que está trabajando en ello y que espera tenerlo listo lo antes posible, aunque llevará tiempo. Primero tendrán que detectar el problema, corregirlo y probarlo. Eso supone que durante al menos unas semanas los conductores con el paquete de «Conducción autónoma total» operarán con las versiones anteriores del programa. Un pequeño contratiempo por el que no ha habido que destacar ni accidentes ni heridos.