Elon Musk parece haber actualizado la aceleración de 0 a 97 km/h del nuevo Tesla Roadster. El CEO de Tesla escribió en su cuenta de Twitter que el Tesla Roadster haría ese recorrido en 2.1 segundos y que el tiempo de 1.9 segundos anunciado inicialmente solo se podrá lograr al agregar la opción de “propulsor de cohetes”.
En la presentación del vehículo, Musk anunció una serie de especificaciones impresionantes para el nuevo Roadster, incluyendo la aceleración de 0 a 97 km/h en 1.9 segundos, los 1.000 km de autonomía, entre otras. Después, el ejecutivo dijo que Tesla ofrecería un “paquete SpaceX” que incluirá ‘propulsores de aire frío adaptado’ (COPV por sus siglas en inglés) – que básicamente se compone de un compresor de aire y unos tanques de almacenamiento donde se acumula el gas a alta presión– para obtener un rendimiento aún mayor. En enero de este año, Musk escribió en Twitter que el deportivo con el paquete especial “podría acelerar hasta los límites que soporta el cuerpo humano”.
Pero el nuevo anuncio de Musk significa una clara reducción en la aceleración del Roadster, ya que en la presentación del vehículo aseguraron haber logrado el tiempo de 1.9 segundos y el prototipo claramente no tenía ningún propulsor de cohetes. Musk también dijo en su momento que las especificaciones de las otras versiones serían mejores, pero no detalló cuáles.
Tesla quiere llevar el vehículo al mercado en 2020 y convertirlo en el automóvil de producción más rápido del mercado. Actualmente, el fabricante californiano está recibiendo reservas para la versión de entrada del Roadster con un precio base de 200.000 dólares (176.000 euros) y un depósito de 50.000 dólares (44.000 euros). La versión Founders Series costará 250.000 dólares (220.000 euros).
A inicios de junio, Musk llevó el Roadster a la junta de accionistas y allí se pudieron observar las características del coche. El ejecutivo dijo que la versión de producción “será mejor, especialmente en los detalles”.
En la misma reunión, Musk reveló que Tesla ya tiene un diseño para un coche eléctrico anfibio o un submarino eléctrico que no parece factible que llegue al mercado. En la película de James Bond “El espía que me amó", de 1977, se presentaba un Lotus Esprit modificado que podría convertirse en un submarino y que Elon Musk compró por unos 900.000 dólares.
Sin embargo, se trata de efectos especiales del cine, puesto que el Lotus Esprit no es capaz de operar como un submarino. Pero Musk ya había declarado anteriormente que estaban trabajando para hacer un vehículo práctico y manejable en la carretera, y que pueda convertirse en un submarino como ocurría en la película.