La compañía de Elon Musk suele cambiar de opinión rápidamente tras lanzar una medida polémica o que no gusta a sus clientes y seguidores. Una política de globo sonda que mide la respuesta de la gente y luego determina qué opción es mejor. El Tesla Cybertruck está acaparando muchas de esas decisiones inciertas. La última de ellas tiene que ver con la polémica cláusula en el contrato de compra que impide a sus dueños vender la esperada camioneta eléctrica.
Hace ya cuatro años que el Cybertruck se presentó al mundo. Casi un lustro en el que hemos hablado largo y tendido sobre un coche, concretamente una pick-up, que está llamada a revolucionar el mercado. Desde el principio, el proyecto ha dado mucho de qué hablar no sólo de puertas para fuera, sino también de puertas para dentro. El excéntrico estilo ha tenido tantos detractores como defensores en las oficinas de Tesla, pero la postura firme del propio Musk ha prevalecido sobre cualquier otra voz. A pesar de ello, la expectación es tan alta que se ha creado una especie de burbuja comercial.
Todo lo que rodea al Cybertruck está cargado de polémica y secretismo
Algunas estimaciones apuntan a que Tesla ha recibido, aproximadamente, dos millones de reservas por el Cybertruck. Es un dato significativo si tenemos en cuenta que son muy pocos los detalles que conocemos de esta extraordinaria pick-up. Ni potencia, configuración, tamaño de batería, autonomía o precio. Los primeros compradores se han lanzado a una aventura que puede salir mal. No lo decimos nosotros, lo ha dicho el propio Elon Musk. El CEO ha declarado abiertamente que podrían haber “cavado su propia tumba”. Las expectativas están por todo lo alto. Estamos ante el coche de Tesla que más ha costado desarrollar.
A pesar de todo esto, hordas de clientes están deseosos de tener un Cybertruck en el garaje de casa y eso es sinónimo de especulación. La presentación oficial, junto con las primeras entregas, está programada para el próximo día 30 de noviembre. A partir de esa fecha, Tesla empezará, con cuentagotas, a realizar las primeras entregas. Si bien hay clientes que realmente quieren poseer una camioneta eléctrica de Tesla, otros se han sumado a la lista con el único fin de sacar dinero. La producción será limitada y la lista de espera muy larga. Siempre habrá quien quiera saltarse la cola pagando un poco más.
Sin embargo, el lunes amanecimos con una cláusula que impedía este tipo de maniobras. Por contrato, los clientes no pueden vender su Cybertruck durante el primer año o de lo contrario pueden ser denunciados. Si bien esta política no es nueva, sí es la primera vez que la aplica, o mejor dicho, que la iba a aplicar Tesla. Ayer, esa cláusula desapareció del contrato sin que nadie de la compañía diera explicaciones. Estamos ante otra maniobra extraña y repentina de Tesla que no llegamos a entender. Nadie aclara nada y la fecha de entrega está cada vez más cerca. Lo que está claro es que los especuladores deben estar muy contentos.