Dada la situación geopolítica mundial, los costes energéticos se están disparando a cifras de récord día tras día. En ese entorno de convulsión, las empresas eléctricas no hacen más que subir el precio de la energía. Como siempre, es el cliente final el que acaba pagando las consecuencias tomadas por altos mandos. Hoy nos hemos despertado con un aumento en los costes de recarga de los Supercargadores de Tesla. Una ligera subida que afecta a varios países: Portugal, Francia, Alemania y España.
Aunque en cada territorio se apuesta por sistemas de suministro diferentes, esto no ha sido impedimento para una subida en los costes de la recarga. Tal y como han podido comprobar algunos usuarios, los costes por las recargas se han incrementado. En España el coste ha pasado a ser de 0,41 euros por kWh. Un aumento de dos céntimos, ya que el coste anterior se situaba en los 0,39 euros por kWh. El incremento alcanza los 10 céntimos si lo comparamos con la fecha en que los Supercargadores empezaron a ser de pago.
Nuestro territorio no ha sido el único afectado por el incremento en los costes de recarga. Todos nuestros vecinos han subido tarifas. En Portugal el coste ha aumentado hasta los 0,46 euros por kWh, en Francia alcanzan los 0,45 euros por kWh, y en Alemania la medida ha supuesto que cada recarga se cotice a 0,49 euros por kWh de energía recuperada. Dentro de lo que cabe a España tampoco le ha ido tan mal en esta revisión de precios por parte de Tesla.
Si tenemos en cuenta otras redes de carga, el precio de Tesla sigue situándose en términos bajos y medios. Ionity, sin ir más lejos, presenta un coste de 0,79 euros por kWh para los usuarios que no tengan ningún descuento. En función de la marca de tu vehículo o el programa al que estés acogido, hablamos de costes que fluctúan entre los 0,29 y los 0,55 euros por cada kWh de recarga. Coste que tendremos que sumar al pago de dicha cuota mensual.
Si tenemos en cuenta el nuevo ajuste de precios de los Supercargadores de Tesla, una recarga de 40 kWh supondrá un coste final de 16,4 euros. Un gasto que sigue siendo ridículo teniendo en cuenta el precio actual de los carburantes. A pesar de ello, todo el mundo teme que el precio por recargar siga ascendiendo si se mantienen las tensiones geopolíticas actuales. Lo que no cambia es el precio de ocupación, que se mantiene en 0,5 euros el minuto, un euro al minuto si todas las plazas están ocupadas.