Tesla siempre ha sido una marca disruptiva. Sus locuras y genialidades la han convertido en el icono que es hoy, pero no siempre aciertan con sus innovaciones. Si bien su labor en la popularización y la electrificación de la industria es indiscutible, sí que se pueden criticar algunos sistemas y tecnologías que están incorporando en sus vehículos. El volante yugo o yoke es actualmente el foco de todas las miradas. Tras recibir incontables críticas por todo el mundo, los ingenieros de Austin trabajan en una evolución, tal y como ha comentado un asesor de servicio de la propia compañía a través de Reddit.
Hay veces que las cosas son como son no por meras cuestiones de conservadurismo o tradición. Los volantes son redondos o enteros por un simple razonamiento de uso y seguridad. Cuando Tesla advirtió que iba a sacar un mando de dirección partido por la mitad muchas dudas se generaron entre la comunidad, pero pocos llegaron a ver los muchos problemas que trascendían al mundo real. Hace poco lo hemos podido probar y no quedamos nada satisfechos con él. Es incluso peor de lo que esperábamos.
Hay varios problemas con el volante yoke. El primero y más evidente es su forma. Al no contar con la parte superior del aro, la maniobrabilidad a baja velocidad es tremendamente complicada. Operaciones tan sencillas como aparcar o desaparcar se vuelven complejas e inseguras porque la posición de las manos es totalmente antinatural. En una circulación urbana, también hay riesgo de no encontrar el volante en el caso puntual de enfrentarnos ante un peligro que requiera un giro rápido de la dirección. Lo que nos lleva al segundo factor, el más determinante de todos, que hacen del volante un verdadero error.
Tesla podría haber hecho lo mismo que Lexus: reducir la desmultiplicación del volante. Los japoneses han reducido el giro a un ángulo de tan sólo 150 grados. Eso quiere decir que en ningún momento es necesario cruzar las manos. Sin embargo, los americanos han mantenido una desmultiplicación normal y son necesarios dos giros y medio para encontrar los topes de la dirección, lo que supone cruzar las manos dos veces, con el peligro intrínseco que eso conlleva. No tiene sentido alguno y muchos clientes así se lo han hecho saber a la marca. La presión recibida ha provocado que Tesla se haya visto obligada a lanzar un volante redondo alternativo.
Los 700 € que cuesta, para los coches que ya montaban el volante yoke, no ha sido ningún impedimento para que los volantes redondos hayan volado de las estanterías de Tesla en cuestión de días. Preguntado al respecto, el asesor de servicio de Tesla que ha despertado los rumores ha animado a los usuarios a no cambiar precipitadamente el volante ya que dentro de unos meses se presentará una nueva versión mejorada. Obviamente, estas palabras han suscitado el interés de toda la comunidad y todas las preguntas se centraban en lo mismo: ¿cuáles son esas mejoras?
“Un nuevo yugo con materiales mejorados estará disponible para el servicio en julio de 2023”. Es aquí donde empiezan las dudas. Si realmente Tesla sólo piensa en cambiar los materiales y no el planteamiento del volante en sí mismo nos encontraremos ante el mismo problema, pero más refinado. También es posible que el asesor de la compañía tenga datos generales de las mejoras, pero no sepa todos los detalles de la renovación. Como decimos, muchas cosas son las que tienen que corregirse en el yoke de Tesla, desde la desmultiplicación a la posición extraña y poco intuitiva de los mandos indicadores. Pronto veremos cómo acaba todo.