Hay muchas veces que las cosas son como son no por pura tradición, sino por meras cuestiones prácticas y de seguridad. Desde los albores del mundo de la automoción, el control de los coches se ha hecho a través de un volante redondo, de mayor o menor tamaño, pero redondo. Tiene sentido, aunque muchos no lo quieran ver. El volante partido, o de estilo yugo, de Tesla es una irrupción en la tradición, pero nadie lo criticaría si no supusiera ningún problema. Los clientes de Tesla han dejado muy clara su opinión y de ahí que los de Austin se hayan visto obligados a reinstaurar el volante redondo.
Con la llegada de los Tesla Model S y Tesla Model X Plaid de 1.020 caballos, los americanos no sólo presentaron una evolución mecánica, estética y tecnológica, también presentaron en sociedad lo que antes habíamos podido ver de forma conceptual: el volante yugo. Inmediatamente la polémica quedó servida, algo que alimenta a los intereses de la compañía. Con tantos detractores como admiradores, el semivolante de Tesla causó furor en las redes sociales. La apariencia era buena, pero quedaba la prueba en un entorno real y habitual.
Franz von Holzhausen, diseñador jefe de Tesla, ha declarado al podcast Ride the Lightning que el regreso del volante redondo se ha realizado por los comentarios críticos de muchos de sus clientes: "Creo que solo queríamos asegurarnos de tener un automóvil que la gente realmente amaba. Y si a alguien le encanta el coche pero el yugo supone un obstáculo, simplemente queremos eliminar ese problema." La semana pasada el configurador de Tesla ya introdujo el volante redondo como opción, y todo apunta a que el Tesla Cybertruck también optará por este formato.
El volante yugo supone un verdadero problema de seguridad más allá de meras cuestiones prácticas. El problema del formato de Tesla es que no ha reducido la desmultiplicación de la dirección a baja velocidad. Si bien el volante actúa con normalidad y buen tacto en autopistas y a velocidades medias o altas, no se comporta de la misma forma cuando la aguja del velocímetro cae. Con un giro de dos vueltas y media de punta a punta, resulta muy complicado maniobrar o moverse por calles estrechas, por lo que en caso de necesitar con urgencia un giro rápido la ausencia de la parte superior limita al conductor.
Está claro que la cartera de clientes de los Model S y Model X están encantados con sus coches, pero el volante yugo es un problema para muchos de ellos. Tesla ha sabido rectificar y eso es algo que hay que valorar positivamente. Tema aparte es que todos los botones, indicadores y controles se sitúen dentro de los radios del volante en lugar de los habituales mandos satélite de la columna de la dirección. Aunque también supone un problema para el usuario, al menos responden de forma efectiva. Pronto el Lexus RZ llegará al mercado con el mismo formato de dirección, pero en este caso los japoneses han limitado el giro del volante a unos razonables 150º, lo que quiere decir que no habrá que cruzar las manos para dirigir el coche. También hay dudas sobre él y pronto esperamos resolverlas.