Empiezan a quedar atrás algunos obstáculos para el coche eléctrico, como la autonomía de sus baterías, que ya empieza a ser más que suficiente para un uso diario normal. Sin embargo, 2021 presenta nuevos retos para los conductores de un vehículo eléctrico; algunos de ellos son el aumento del coste de la energía o la necesidad de aumentar el ritmo de crecimiento de la infraestructura pública de recarga.
Participa en el sorteo de un kit fotovoltaico de autoconsumo
Desarrollar la mejor infraestructura posible, conocer el estado actual y resolver las necesidades de los usuarios requiere antes conocer la situación real de los propios usuarios.
Para encontrar las posibles soluciones y dar respuesta a otros interrogantes que puedan surgir, en All Media Consulting necesitan tu contribución mediante tus opiniones al respecto de esta materia. Ese es el objetivo de la Encuesta Nacional de Conductores de Coche Eléctrico (enlace a la encuesta), que por tercer año consecutivo permitirá conocer la situación real de la movilidad eléctrica por parte de los mismos conductores. En concreto, aquellos propietarios particulares de vehículos eléctricos, pues en esta encuesta no se incluyen flotas ni empresas.
La gran novedad este año es que participar en la encuesta puede tener premio. Con tu contribución podrás participar en el sorteo de un kit de autoconsumo fotovoltaico valorado en 890 euros. Con este dispositivo se pueden producir hasta 320 kWh anuales, el equivalente al consumo energético de un mes para dos personas. El dispositivo se enchufa directamente a la toma de corriente para distribuir la energía solar en tu red doméstica, sin ningún tipo de instalación especial.
El sorteo se realizará ante notario el día 8 de marzo.
La situación actual en Europa y España
Europa está todavía muy lejos de los dos millones de puntos de recarga marcados como objetivo por el Parlamento Europeo para el año 2025, y poder aproximarse así a los objetivos de descarbonización del parque automovilístico del continente. Aunque ya hay instalados más de 213.000 cargadores públicos (alrededor del 90 % con potencia inferior a 22 kW) en toda Europa, sigue siendo insuficiente. Para el año 2030 se necesitarán al menos 2,8 millones de puntos de recarga de vehículos eléctricos.
A pesar de haber experimentado un fuerte crecimiento en el último año, según las cifras que maneja la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), la red actual debe multiplicarse por 14 en los próximos once años para cumplir con las estimaciones más conservadoras de la Unión Europea. Holanda, Alemania y Francia son los países de la UE con mayor número de cargadores públicos para vehículos eléctricos; solamente esos tres países tienen el 71 % de todos los cargadores instalados en la Unión Europea.
La situación no es mejor si nos fijamos únicamente en España; de hecho, nuestro país está muy por debajo de la media europea en infraestructura de recarga y penetración de electromovilidad. Según el último Barómetro de Electromovilidad publicado por ANFAC, España sigue en las últimas posiciones del ranking europeo en cuanto a infraestructura pública de recarga para vehículos eléctricos, solamente por encima de Portugal, Italia, República Checa y Hungría, pero todavía siete puntos por debajo de la media europea.
España, a pesar de que es el quinto país más poblado de la Unión Europea y el segundo con mayor extensión (sólo por detrás de Francia), apenas cuenta con el 3 % del total de cargadores instalados en la Unión Europea.
ANFAC pidió hace escasos meses más recursos económicos para el desarrollo de la infraestructura y establecer un plan con una mayor dotación económica para2021, al menos cuatro veces mayor que el actual plan Moves, para afianzar el desarrollo de la electromovilidad. Y es que el desarrollo de la infraestructura es un punto vital para que aumenten la demanda y la confianza de los usuarios de vehículos eléctricos.
También es una petición recurrente la eliminación de las -numerosas- trabas administrativas en España para hacer este tipo de instalaciones. Una petición recurrente por parte de fabricantes y proveedores de energía. Precisamente es la iniciativa privada de fabricantes y las grandes compañías eléctricas como Iberdrola, Endesa o Naturgy (e incluso petroleras como Repsol) lo que ha impulsado en mayor medida el desarrollo de la infraestructura de recarga en el último año.
Alrededor de dos terceras partes del parque automovilístico español duerme en la calle, así que, si miramos a largo plazo (la Ley de Cambio Climático y Transición Energética pretende que España alcance la neutralidad de emisiones antes 2050), será necesaria una infraestructura pública cuantiosa.
Y aunque es fundamental aumentar la red de carga pública, lo cierto es que este tipo de recarga es residual en comparación con la recarga doméstica. Alrededor de ocho de cada diez veces que se recarga la batería de un vehículo eléctrico se hace en la propia vivienda. Los recorridos medios diarios son cortos, entre 20 y 100 kilómetros. Por otra parte, recargar en casa tiene un coste mucho menor que hacerlo en un puesto público -especialmente si se aprovechan tarifas valle-. Instalar cargadores en los hogares es el otro gran negocio en el que quieren participar las compañías eléctricas, que tienen como objetivo instalar más de 125.000 conexiones en hogares y empresas hasta 2025.
Esta es una iniciativa de Híbridos y Eléctricos y All Media Consulting.