En un contexto económico incierto en el que Tesla sigue registrando buenas ventas, pero los beneficios y la rentabilidad han disminuido debido a la reducción drástica de precios en sus vehículos, Elon Musk, CEO de la compañía, arriesga una parte significativa de su fortuna. Musk no ha recibido un salario en los últimos seis años y ahora depende de la aprobación de una compensación multimillonaria por parte de la junta de accionistas.
Esta disputa legal se remonta a 2018, cuando Musk debía recibir 55.800 millones de dólares. Aunque su salario oficial es nulo, el CEO recibe bonificaciones basadas en los logros de la empresa. Tesla ha alcanzado sus objetivos, y muchos consideran que Musk merece cada uno de esos dólares. Pero no todos.
El principal asesor de la junta de Tesla se lo pone difícil al magnate sudamericano
Institutional Shareholder Services (ISS), la principal firma de asesoramiento a los accionistas, se ha manifestado en contra del paquete salarial de 56.000 millones de dólares (51.764 millones de euros) para el fundador de la marca, Elon Musk. ISS lo considera "excesivo" y recomienda a los accionistas que no lo aprueben en la próxima junta general, programada para el 13 de junio.
Al aconsejar votar en contra del salario de Musk, ISS argumentó que "el valor total de la adjudicación sigue siendo excesivo, incluso considerando el éxito de la compañía". En un informe dirigido a los accionistas, la entidad también ha recomendado votar en contra de la remuneración del director de Tesla, James Murdoch. Sin embargo, ha apoyado la propuesta de la firma de trasladar la sede fiscal de la automovilística a Texas.
A principios de semana, el otro gran asesor de accionistas de Tesla, Glass Lewis, afirmó en un informe de 71 páginas que el salario solicitado por Elon Musk era "excesivo" y expresó preocupaciones sobre el control que Musk tendría sobre Tesla, donde ya posee una participación del 12,89%. Además, destacó una "serie de proyectos que consumen tiempo extraordinariamente " en los que Musk está involucrado, incluida su adquisición y posterior revisión de la plataforma de redes sociales X, anteriormente Twitter, por 43.000 millones de dólares (39.747 millones de euros) en 2022.
Elon Musk se defiende
Elon Musk ha criticado en varias ocasiones tanto a Glass Lewis como a Glass Lewis, publicando en las redes sociales mensajes en los que señaló una "excesiva concentración" de poder en manos de estas firmas, debido a que gran parte del mercado está compuesto por fondos pasivos que subcontratan en ellas las decisiones de voto de los accionistas.
"ISS y Glass Lewis controlan el mercado de valores", afirmó el empresario. Además, esta semana, el presidente ejecutivo de Tesla acusó a Calpers, el mayor fondo público de pensiones de EE.UU., de "incumplir su palabra" después de que su directora ejecutiva anunciara que votarían en contra del paquete salarial.
