Se podría decir sin ánimo de dudas que Toyota es la marca reina en cuanto a coches híbridos. Sus vehículos electrificados son algunos de los más queridos del sector, así como la propia marca es la que más modelos matricula del mundo. Como referencia, el pasado 2023 se saldó con algo más de 9,5 millones de coches entregados, aunque su mejor cifra llegó a superar los 10 millones holgadamente.
Y pese a que sigue siendo la marca más mirada del mundo, Toyota ha hecho cuentas y ha publicado los resultados obtenidos durante el ya pasado tercer trimestre de 2024, así como el conjunto de lo que va de año. Sin embargo, los números obtenidos, pese a ser mayúsculos, no han gustado del todo a la cúpula de la compañía, pues estos han caído con respecto al mismo periodo del año pasado.
Tanto es así que se ha declarado como “la primera caída en beneficios trimestrales desde hace dos años”. Lo cual ha terminado con que la compañía haya tenido que tomar duras decisiones en algunos aspectos, como la inversión en desarrollo de la tecnología 100% eléctrica, entre otras.
Toyota mueve ficha en contra de la estrategia del resto del sector
Como principal motivo para este descenso en los beneficios está la menor venta de vehículos, especialmente en Japón, ya que han tenido que detener su producción en numerosas ocasiones debido a problemas con certificados sobre coches populares, como el Yaris Cross o el Corolla Fielder. A esto también se sumó el retiro del Prius en Estados Unidos, así como el propio impulso que están recibiendo otras marcas en China. Se espera que 2024 termine saldándose con un total de 9,4 millones de coches vendidos, 100.000 menos que el pasado 2023.
Por todo ello, el vicepresidente de la compañía, Yoichi Miyazaki, habría tomado la decisión de “aplazar las decisiones de inversión en nuevos vehículos híbridos, híbridos enchufables, vehículos eléctricos de batería o vehículos con celdas de combustible de hidrógeno hasta el último momento”. De igual modo, la marca observará de cerca todo lo que sucede en los diferentes mercados y los coches que la gente demanda antes de tomar una decisión definitiva.
Esto no implica que la compañía no continúe desarrollando nuevas tecnologías, entre las que incluyen los componentes para coches eléctricos, como sus propias baterías, sino que esto se ejecutará con una inyección económica más controlada y con unos fondos menores. El vicepresidente confirmó que Toyota sigue con el desarrollo de baterías ternarias, LFP y de estado sólido.
“Queremos lograr dos cosas principales. La primera es aumentar la rapidez con la que podemos responder a los cambios ambientales en una época en la que es difícil predecir el futuro. La segunda es mejorar las capacidades fundamentales que nos permitirán seguir adelante en el futuro”, afirmó el vicepresidente durante su intervención.
Recordemos que los planes de Toyota para el lanzamiento de nuevos coches eléctricos siguen en pie. El próximo en llegar será su alternativa al Yaris Cross, el cual será muy próximo a lo conocido recientemente en el nuevo Suzuki eVitara. Posteriormente también harán lo propio con un nuevo deportivo al que ya se le otorga un nombre icónico para la firma japonesa.