El coche eléctrico es la realidad de la industria del motor. Cada vez más coches enchufables inundan nuestras calles prometiendo más rendimiento, más confort y una menor contaminación. Sin embargo, la penetración del coche eléctrico no es igual en todos los mercados del mundo y eso obliga a las marcas a tener estrategias dispares en función del país. Toyota asegura haber retrasado sus planes eléctricos, pero en China, donde la demanda de coches eléctricos es muy alta, ofrecen más vehículos de los que aquí podemos disponer. Algunos tan atractivos e interesantes como el bZ3C. Un SUV llamado a rivalizar con el Tesla Model Y.
Si bien los europeos sólo disfrutamos del Toyota bZ4X, un SUV que apenas ha calado entre los conductores, los chinos tienen a su disposición una gama más amplia de productos. Coches exclusivos que en muchos casos han sido desarrollados en estrecha colaboración con otros fabricantes locales. En este caso en particular el bZ3C ha sido creado con la ayuda del mayor fabricante de China, BYD, que ha aportado gran parte de su conocimiento en baterías y motores eléctricos. Toyota está lista para venderlo en masa. Sus características no sólo resultan interesantes al otro lado del mundo.
Todo un D-SUV eléctrico por menos de 25.000 euros
Los japoneses han subido de nivel con su último lanzamiento, aunque ya hace unos meses que fue presentado, en el pasado Salón del Automóvil de Pekín, para ser exactos. Por sus medidas podemos ubicarlo perfectamente en el segmento D-SUV: 4,78 metros de largo, 1,87 metros de ancho y 1,51 metros de alto para una distancia entre ejes total de 2,88 metros. Toyota quiere fabricar muchos y muy deprisa y eso limita las opciones de personalización. Cinco colores disponibles para la carrocería y tres tonalidades diferentes para el interior. El acabado más exclusivo ofrece pintura bitono con el techo en negro a modo de contraste.
Por dentro el Toyota bZ3C ofrece una combinación de estilos, entre Toyota y BYD. La disposición recuerda a la del bZ4X, aunque en este caso los japoneses ofrecen un panel más grande, de 15,6 pulgadas. Entre su gran equipamiento destacan elementos como un avanzado sistema de conducción autónoma mediante la instalación de un radar LiDAR, videollamadas, control por voz y muchos otros recursos habituales, parte de ellos basados en Inteligencia Artificial. No menos destacable es la estructura mecánica. Por el momento sólo ha sido anunciada una versión monomotor con 200 kW de potencia (272 CV). Se alimenta, cómo no, de una batería LFP fabricada por FinDreams, la filial energética de BYD.
Dos son los tamaños de batería disponibles, aunque por el momento no se han desvelado las capacidades. Sí lo han hecho las autonomías, entre 550 y 630 kilómetros de rango homologado bajo el protocolo CLTC de China. Ahora viene lo realmente interesante, el precio. Toyota sabe que necesita derribar las tarifas para así poder tener éxito. Fuentes chinas aseguran que el precio de salida se situará en el entorno de los 22.000 euros, aplicando el correspondiente cambio de divisa. Una factura muy asumible no sólo por los conductores chinos, también por los europeos que, a buen seguro, estarían encantados de disfrutar del Toyota bZ3C.