No es ninguna novedad la resistencia de Toyota a convertirse en una compañía completamente eléctrica en el futuro cercano. La dirección de la marca ha respaldado una estrategia multi tecnológica que consiste en ofrecer una variedad de opciones mecánicas, permitiendo que los clientes elijan la que mejor se adapte a sus necesidades y preferencias.
En este contexto las opciones son diversas. Sin renunciar a la opción eléctrica, tal y como demuestra su última patente de motores en rueda, o al desarrollo de la tecnología de pila de combustible de hidrógeno, la combustión se mantiene como una de las prioridades del fabricantes. Si bien baraja opciones como el uso del hidrógeno como combustible o incluso la utilización de amoníaco, los motores de gasolina, normalmente hibridados con sistemas eléctricos, siguen siendo la base de su oferta.
Un nuevo motor deportivo como base para los coches de calle
En este escenario, tres de las marcas japonesas más conocidas, Toyota, Mazda y Subaru han formalizado una nueva alianza para dar continuidad a los motores de combustión hibridados con un sistema eléctrico formado por motores y baterías.
Los nuevos sistemas mecánicos no se parecerán a los que conocemos hoy en día, ya que evitarán el uso de combustibles fósiles. En su lugar, se enfocarán en la utilización de combustibles sintéticos o hidrógeno líquido, lo que permitirá eliminar el problema de las emisiones desde su origen.
Sin embargo, fuera de esta alianza, Toyota sigue pensando en sus motores alimentados por gasolina e hibridados. Por eso ha presentado su último motor de combustión. Una joya de la tecnología de 4 cilindros que se configura con solo 1,5 o 2 litros y que puede llegar a ofrecer hasta 600 CV de potencia. Una nueva generación de motores de gasolina que servirá para impulsar la mayoría de sus vehículos en la próxima década.
La web Best Car publica los detalles del nuevo motor 2.0 Turbo que se ofrecerá en tres versiones: una estándar con 300 CV y 400 Nm, una variante de alto rendimiento con 400 CV y 550 Nm, y una versión para carreras que alcanzará los 600 CV, representando el máximo desarrollo de esta nueva arquitectura mecánica.
La variante de dos litros será una realidad en 2026 y podrá encontrarse, probablemente, bajo el capó de los modelos más deportivos impulsando los nuevos MR2 o Celica que están siendo considerados para regresar a la competición bajo la batuta de Toyota Gazoo Racing.
