Desde un principio Toyota ha dejado muy clara su postura con respecto a la movilidad eléctrica. El mayor fabricante del mundo siempre ha dado la espalda al coche eléctrico ante el argumento de una baja demanda. Cuando su primera unidad eléctrica, el Toyota bZ4X está empezando a circular por el mundo, un alto ejecutivo de la compañía ha afirmado que el mercado todavía no exige en masa la movilidad eléctrica, falta demanda, al menos en Estados Unidos.
Centrándose específicamente en el país americano, Jack Hollis, vicepresidente ejecutivo de ventas de Toyota North América, ha realizado unas controvertidas declaraciones que no han terminado de gustar a la comunidad eléctrica. Resulta curioso que un máximo representante haga semejantes comentarios en un momento tan crítico para el primer eléctrico de la compañía. Recordemos que el bZ4X ha tenido que retrasar su lanzamiento por diversos problemas técnicos.
Hollis se ha referido específicamente al plan del Gobierno de los Estados Unidos para fomentar la venta de coches eléctricos. El objetivo de cuota del 50% del parque para el año 2030 ha sentado unas bases importantes. Más ambiciosos son los planes fijados en el Estado de California, especialmente preparado para la movilidad eléctrica. En él, las autoridades han planteado poner fin a la venta de coches térmicos para el año 2035, y reducir su presencia en un 68% en 2030.
Las declaraciones exactas de Hollis han sido: "No creo que el mercado esté preparado. No creo que la infraestructura esté lista, e incluso si estuviera listo para comprar uno, y si pudiera permitírmelo, el precio todavía es demasiado alto. Se necesitaron 25 años para llegar a al 10% de cuota de mercado para los híbridos. El consumidor de vehículos eléctricos no está a ese nivel. El consumidor no está gritando, como para tener una cuota del 30% o 40% para mañana". Todo ello contradice no solo a las autoridades, sino al propio mercado en sí.
Por todo el mundo se extiende una ola de nueva mentalidad. Cada vez más conductores se plantean la compra de un coche eléctrico, en parte motivados por sus numerosas ventajas, y en parte condicionados por las cada vez más habituales restricciones y presuntas subidas de impuestos. Sea como fuere, los fabricantes han pisado el acelerador con su estrategia electrificada, mientras que Toyota todavía está luchando para que su primer eléctrico llegue al mercado de forma segura y masiva. Los coches eléctricos venden, con una cuota todavía baja, pero el crecimiento exponencial incita a pensar positivamente.
Obviamente, el mundo no se centra exclusivamente en Estados Unidos. Está claro que hay muchos territorios donde la implantación del coche eléctrico es muy difícil. Aunque todavía quedan muchos usuarios por convencer, es trabajo de las empresas y de las autoridades en garantizar la seguridad de uso. Una mayor infraestructura de carga se torna vital, aunque no menos importante resulta el abaratamiento de productos que todavía están considerados excesivamente caros. El problema es que no hay visos para que el precio del coche eléctrico vaya a bajar rápidamente en fechas próximas, pero la cuota de mercado sigue aumentando mes a mes.