Durante estos años, Toyota le ha dado más notoriedad mediática al hidrógeno que a las baterías, aunque esto no significa que, en la trastienda, no les haya prestado atención. Los japoneses tienen una forma de ser y de pensar muy diferente a la occidental. Con una cultura milenaria, la paciencia es a la vez uno de sus puntos fuertes... y débiles. La llegada de los coches eléctricos está siendo mucho más lenta de lo debido, pero en el campo del hidrógeno se sitúan como uno de los países de referencia por historia y desarrollo. El Toyota Mirai es un claro ejemplo de ello. Siempre la hemos conocido como una berlina sensata y razonable, pero ¿está cambiando algo en ella?
Las 24 horas de Fuji es uno de los grandes acontecimientos automovilísticos del país. Con una historia sin parangón, el evento es aprovechado por los fabricantes locales para exponer algunas de sus creaciones más extremas y deportivas. Toyota acude a la cita como el fabricante más importante y es habitual que cada año presente al menos un modelo especial. Este año ha sido el turno del Toyota Mirai Sport Concept. Una preparación específica que convierte a una tranquila berlina de hidrógeno en algo, a priori, mucho más extremo.
Decimos a priori porque la verdad es que Toyota ha sido bastante parca en detalles. Rodeado por un cordón negro, la berlina se deshace de su habitual color azul para recibir una pintura gris mate que realza su acento más radical. Junto a la pintura, podemos observar parachoques modificados, sobre todo el delantero; llantas de aleación de 21 pulgadas, y una suspensión recortada en 20 milímetros. El coche va muy cerca del suelo y se puede apreciar claramente en la poca distancia que separa el neumático de las aletas. Por último, un pequeño alerón se suma a la fiesta más por imagen que por efecto.
Sin embargo, aquí se acaban los detalles de este prototipo tan especial. Toyota no ha dado ni una sola cifra de rendimiento del Mirai Sport Concept. Es más que probable que estemos ante una maniobra de marketing. Un coche modificado para la ocasión y ya. Hay que recordar que el Mirai de producción, la segunda generación de aquella en la que está basado el prototipo, monta un esquema mecánico con 134 kW (180 CV) de potencia, 300 Nm de par motor y una autonomía de hasta 647 kilómetros. Datos que debería superar esta versión que supuestamente ofrecería mejores prestaciones.
Ya en el pasado, Toyota demostró que el hidrógeno puede ser un excelente aliado para la deportividad y la competición. En la edición de 2021 de las 24 horas de Fuji, los japoneses acudieron a la cita con un Corolla de carreras equipado con una pila de combustible y un pequeño motor de tres cilindros y 1.618 centímetros cúbicos capaz de quemar el hidrógeno. En aquella ocasión no se presentó como un prototipo en estático, sino que el Corolla compitió oficialmente para demostrar que el preciado elemento también puede ser una alternativa real a los combustibles fósiles actuales.