Toyota ha recibido duras críticas sobre la lenta incursión en el mercado del coche eléctrico. La firma nipona siempre ha presumido de su oferta de coches híbridos, por lo que a muchos extrañó su retraso en el lanzamiento de su primer coche eléctrico, el cual ha venido representado por el Toyota bZ4x. Desde la marca han respondido a estas críticas a través de justificar que el propio cliente es el que debe dictar el ritmo del mercado automovilístico y no las tendencias impuestas por los gobiernos.
Toyota se ha introducido con retraso en el sector automovilístico eléctrico. Así lo estipulan muchos de sus seguidores e inversionistas, quienes acusan a la firma nipona de no haber creado un plan previo para la eliminación de las mecánicas térmicas y seguir promocionando sus vehículos híbridos, los cuales cuentan con una electrificación moderada y muy por debajo de lo promulgado por otras compañías de la competencia.
"El objetivo es alcanzar la neutralidad de carbono", aseguró en una reunión el propio director de tecnología de Toyota, Masahiko Maeda, en respuesta a las preguntas presentadas por sus inversionistas que esperan la llegada de una gama más generosa de vehículos eléctricos puros en Toyota. La firma se encamina hacia una industria totalmente neutra en emisiones de carbono en los próximos años, aunque hayan iniciado este camino con algo más de lentitud que otras marcas automovilísticas.
Así mismo, el responsable añadió que es "el cliente quien debe elegir el vehículo" y no los gobernantes respectivos de cada región, haciendo especial alusión a Europa y la prohibición ratificada recientemente sobre la no venta de coches térmicos a partir de 2035. El directivo nipón hace referencia en su exposición a que debe existir una completa variedad de mecánicas en el mercado y, a día de hoy, presentan mucho más interés los coches híbridos que los eléctricos puros en ciertos entornos, debido particularmente a su facilidad de uso y poca adaptabilidad necesaria frente a los motores de gasolina o diésel más clásicos.
Desde Toyota afirman que sus vehículos híbridos todavía tienen un mayor sentido sobre mercados en los que la infraestructura eléctrica aún no es la adecuada para un completo desembarco de los coches eléctricos. No obstante, también se presentan totalmente dispuestos a dar un paso más allá y en cuanto el mercado esté preparado ir sustituyendo su actual gama mecánica en favor de bloques eléctricos a batería o, incluso, por pila de combustible de hidrógeno.
Las críticas también han llegado a Toyota desde grupos ambientalistas que recriminan que no se efectúe una acción inmediata sobre su gama de modelos, mientras que la firma efectuará tal cambio pero de una forma más "pragmática y lógica", aseguró Seiji Sugiura, analista del Instituto de Investigación Tokai, en Tokio. Las posiciones entre uno u otro movimiento no son contrarias, ya que ambos presentan unas ideas claras para combatir las emisiones de gases invernadero, aunque con diferentes recorridos para alcanzar dicha meta.
La firma nipona se comprometió el pasado año 2021 a invertir un total de 60 mil millones de dólares para incentivar el desarrollo de su gama de vehículos eléctricos de cara al año 2030; aún así, desde la marca no esperan el retorno de dicha inversión hasta mediados de la próxima década, como mínimo, pues sus estimaciones de ventas para finales de esta década se puntualizan en solo 3,5 millones de coches eléctricos, es decir, un tercio de sus ventas globales anuales.