A diferencia del resto del mundo, los japoneses cierran su año fiscal en el mes de marzo. Es por ello que hasta ahora no habíamos conocido los resultados económicos de Toyota en todo el ciclo de 2023-2024. A falta de una palabra mejor se puede decir que la corporación dirigida por Koji Sato ha tenido el mejor curso de su historia. Por primera vez, el Grupo Toyota ha superado la barrera de los 5 billones de yenes, siendo la primera empresa japonesa en lograr dicha marca. Sus híbridos siguen teniendo una gran aceptación en el mercado, aunque desde la sede ya han anunciado que las previsiones para el nuevo ciclo anual caerán sensiblemente ante el aumento de la inversión.
Y es que Toyota tiene que cambiar su sino. La electrificación les ha cogido con el pie cambiado y si bien su estrategia actual se confirma como la mejor, los japoneses tienen que mirar al futuro para no quedarse descolgados. Sobre la pesa hay 30 proyectos diferentes que deberían ver la luz antes del cierre de la década, además de la conversión total de Lexus a la electrificación. Los primeros productos no han tenido el recibimiento esperado, pero la mentalidad japonesa no entiende de rendiciones. Las nuevas inversiones supondrán una caída en las ganancias del 20% para este nuevo curso fiscal iniciado en abril.
Toyota vuelve a ser el mayor fabricante del mundo
Tras firmar un primer trimestre estelar, Toyota se ha descubierto como el mayor fabricante del mundo. Durante los pasados 12 meses han producido 9,97 millones de coches en todo el mundo, habiendo registrado 10,3 millones de vehículos vendidos en los cinco continentes. Gracias a ello, el beneficio operativo ascendió hasta los 5,35 billones de yenes, 32.000 millones de euros al cambio de moneda. Si bien los japoneses se han beneficiado de un yen más débil, su éxito generalizado se debe a un estancamiento en las ventas de vehículos eléctricos en algunos mercados esenciales como Estados Unidos y Europa.
Los conductores buscan soluciones electrificadas, no cabe duda, pero por ahora prefieren apostar por tecnologías intermedias con demostrada fiabilidad. Del cómputo global de ventas, sólo el 1% de ellas correspondieron a vehículos eléctricos, alrededor de 116.500 unidades, muy por debajo del objetivo de 202.000 unidades fijado para este año. En el ciclo 2024-2025 esperan matricular 171.000 vehículos. Para lograr semejante reto, Toyota tiene que prestar especial atención a China. Sus vecinos y rivales dominan el mercado eléctrico mundial y para plantar cara buscan importantes asociaciones con empresas locales que le permitan acelerar el desarrollo de productos.
A pesar del éxito, Toyota tiene otros retos ante sí. Koji Sato ya ha anunciado que la empresa hará grandes inversiones para proteger la cadena de suministro. También esperan mejorar los procedimientos de fabricación. Desde hace más de un año sabemos que los japoneses están coqueteando con el gigacasting de Tesla. El desarrollo de software y el uso de la Inteligencia Artificial también centrará una parte importante de las inversiones, 1,7 billones de yenes para ser exactos. El campo de las baterías de próxima generación también dará un buen mordisco al presupuesto. Toyota ya ha confirmado que quiere emplear baterías de estado sólido a partir del 2027. Han anunciado 1.200 kilómetros de autonomía y tiempos de carga en tiempo récord.