Aunque es Toyota la que se lleva la mayor parte del mérito, lo cierto es que alrededor del consorcio japonés existe una conglomeración de consagradas empresas que, con su tecnología y experiencia en los distintos campos, nutren al gigante japonés, ayudando a ocupar la posición de privilegio en la que se encuentra hoy la marca. Los coches híbridos han sido hasta ahora el producto más disruptivo para Toyota, y la marca ha transmitido su saber hacer (o know-how) en la construcción de inversores de sus modelos híbridos al campo de los coches eléctricos.
Uno de los socios con los que más tiempo lleva colaborando Toyota en el diseño y fabricación de componentes para sus vehículos es Denso, en quien también confió a la hora de empezar a diseñar los inversores de sus primeros coches híbridos. Fue, más concretamente, en el año 1997 cuando la marca empezó a comercializar el Prius. Desde entonces, Denso ha estado produciendo de manera ininterrumpida motores eléctricos para los coches híbridos de Toyota, habiendo puesto ya en las calles de todo el mundo más de 20 millones de unidades de propulsión.
Para su primer coche eléctrico fabricado a gran escala, no pudo ser otra empresa que Denso la elegida por Toyota para liderar el proyecto que daría lugar a los motores eléctricos que a día de hoy ya toman sitio en el Toyota bZ4x. Denso, a su vez, ha contado con la colaboración de BluE Nexus y Aisin en el desarrollo de los inversores del bZ4x. En total, han sido dos los bloques desarrollados atendiendo a las necesidades de cada versión del modelo, pues a día de hoy podemos elegir entre variantes de tracción total o delantera.
El eAxle, tal y como han denominado a la pieza final en la que va integrado el motor, se compone del propio propulsor, el motor, el eje transversal y el inversor. Está disponible en una versión de 150 kW para vehículos de tracción delantera y otra de 80 kW que se coloca, tanto en la parte delantera como trasera de vehículos de tracción total. Estas cifras resutan r en 204 y 109 CV respectivamente, sumando 218 CV las versiones 4x4. Los dos son motores síncronos de imanes permanentes.
Tal y como detalla Aisin, el eAxle que se monta en las versiones de tracción delantera tiene una cota longitudinal muy reducida para poder acoplarse de mejor manera entre todos los componentes colocados bajo el capó, mientras el que se monta en la parte trasera del vehículo tiene una menor altura para afectar en la menor medida posible al espacio para los pasajeros y el maletero.
A juzgar por los resultados obtenidos en los ciclos de homologación, se puede decir que el trabajo conjunto de todas las empresas ha dado sus frutos. El bZ4x más eficiente logra un consumo combinado de 14,7 kWh a los 100 kilómetros, que es un dato significativamente inferior al que obtienen el Model Y, referencia dentro de su categoría en este apartado, que arroja una cifra de 15,7 kWh en el mismo baremo. Sí es cierto, no obstante, que el Model Y rinde 299 CV.
El Toyota bZ4x está disponible en España de un precio que arranca en los 48.650 euros y es precisamente esta versión la que más autonomía ofrece de toda su gama.