El Toyota Prius es reconocido por todos como el pionero de los coches híbridos y, como tal, pasará a la historia del automovilismo. Sin embargo, hay otra razón por la que también es muy conocido, aunque en este caso únicamente por aquellos que hayan sido propietarios de uno de ellos y hayan sufrido el robo de su catalizador. Este es un componente repleto de materiales valiosos, que, en el caso del modelo de Toyota, es muy suculento para los ladrones.
A principios del mes de diciembre de 2022, Toyota presentó la quinta generación de su coche híbrido más icónico. El trabajo que el fabricante japonés ha realizado sobre este modelo marcará su historia. En primer lugar, por un diseño que ha sido aclamado de forma unánime como el más atractivo de las cinco generaciones que hasta ahora han visto la luz. Además, por primera vez, en Europa únicamente estará disponible en versión híbrida enchufable.
Pero hay una novedad que Toyota ha incluido en el nuevo Prius: la facilidad de sustracción del catalizador que ofrece a los ladrones puede solucionarse antes de salir del concesionario.
El especial catalizador del Prius
El catalizador es un dispositivo que forma parte del sistema de escape y cuya función principal es la de reducir la contaminación de los gases procedentes de la combustión. Para poder realizar su labor, cada convertidor catalítico contiene metales raros y, por lo tanto, caros: platino, rodio y paladio.
Si bien es un elemento presente en todos los coches de gasolina, en el caso de los híbridos enchufables es diferente, porque incluye mayor cantidad de metales que otros automóviles ya que sus gases de escape alcanzan temperaturas más altas. Un sistema de propulsión electrificado no ejecuta el ciclo de trabajo continuo que sí hace uno no electrificado. Esto provoca mayores fluctuaciones en la temperatura del catalizador, que debe estar entre 260 y 430 grados Celsius para alcanzar una eficiencia óptima.
Además, en el caso del Prius, este componente tan valioso es perfectamente accesible desde debajo del automóvil. Los ladrones solo necesitan unas pocas herramientas y algunos minutos para apoderarse de él. El precio en el mercado negro de un catalizador así supera los 1.000 euros.
Toyota le da una solución a este problema, pero…
El fabricante japonés ha pensado en este problema al diseñar el nuevo Prius. Pero no va a ser gratis. Proteger el catalizador tiene un coste económico, puesto que se hace a través de un accesorio que, por ahora, solo está disponible en Estados Unidos. Un complemento adicional que no viene de serie y que cuesta unos 140 $ (130 €), sin incluir la mano de obra que cobrará el concesionario.
Se trata de un Cat Shield fabricado por MillerCat, una empresa californiana especialista en crear blindajes metálicos para catalizadores, que probablemente muchos hubieran agradecido que viniera instalado de serie. Está fabricado en aluminio 5052 y su función es crear un escudo protector alrededor del catalizador. Se fija con lo que MillerCat llama un kit de tornillos a prueba de manipulaciones y que, quizás, disuada a los ladrones.