La clave del éxito del Toyota Yaris Cross y la razón por la que cada vez es más habitual ver este compacto SUV por las calles de nuestro país es porque se trata del SUV híbrido (que no híbrido ligero) más barato de adquirir de todo el mercado. Sin embargo, hay opciones que, por no demasiado dinero más, mejoran en todos los aspectos al todocamino más asequible de Toyota.
La que más se le acerca en cuanto a tecnología y precio y que además lo mejora de manera clara en casi todos los apartados comparables es el Kia Niro, una suerte de crossover y SUV. Situado a caballo entre los segmentos B y C consigue posicionarse en un escalón de precio en España que lo acerca de manera muy acertada a la versión SUV del Yaris.
En términos de precios existe una diferencia entre las variantes más asequibles de cada modelo de 2.800 euros. El Niro Concept, que es el Niro más barato, cuesta 27.750 euros, mientras que el Yaris Cross Active Tech parte de 25.950 euros.
El Yaris Cross es, pues, claramente más barato, pero lo cierto es que, dado que son dos de las pocas opciones con motor híbrido y este tipo de carrocería que se sitúan por debajo de los 30.000 euros de precio,hay que valorar si el desembolso extra que conlleva la compra del Niro merece la pena. Y eso es lo que vamos a analizar.
Mecánicamente, el Niro justifica su sobreprecio con una mecánica de 141 CV que destaca de manera clara sobre los 116 del Yaris. Si vamos a desempeñar un uso mayormente urbano, este aspecto no debería ser determinante. En cambio, si queremos afrontar viajes por carretera de manera más solvente y utilizar recurrentemente toda la capacidad de carga del coche, el Niro debería ser la mejor opción. El tiempo que tardan en acelerar de 0 a 100 demuestra lo anterior: el japonés se toma 11,2 segundos y el coreano 10,4.
El Niro sigue haciéndose fuerte en el apartado práctico. Es 24 centímetros más largo que el Yaris Cross, lo que repercute de manera directa, tanto en una mejor habitabilidad como en un maletero significativamente superior: ofrece 451 litros por los 397 del Yaris. En otras palabras, si se va a tratar del primer coche de una unidad familiar, aquí el Niro tiene las de ganar. De hecho, el tamaño del maletero del Niro es propio de un segmento superior. Es comparable más a un Corolla Cross, por ejemplo.
Otro aspecto que inclina la balanza a favor del Niro está en su interior: destaca tanto en términos de calidad percibida como de equipamiento. Y es que, a decir verdad, si bien es cierto que los habitáculos de la firma japonesa son los que mejor soportan el paso del tiempo, en cuanto a diseño y soluciones estéticas están un paso por detrás, en este caso, de Kia.
No todo son ventajas para el Niro, ya que el Yaris Cross sigue teniendo atributos suficientes como para convencer, y lo hace. El coreano puede estar más equipado, pero el Yaris trae de serie un equipamiento decente que hace que no echemos, realmente, nada esencial en falta.
A esto se ha de sumar que Toyota sigue siendo la referencia en cuanto a eficiencia en motores de configuración híbrida. Aunque el Niro homologa un consumo ligeramente inferior, 4,4 litros frente a los 4,5 litros a los 100 kilómetros del Yaris, lo cierto es que en la práctica Toyota viene demostrando que es quien más se ajusta a los consumos homologados.
Por último está el diseño. Es un apartado muy subjetivo en el que no hay una victoria o una derrota otorgada por números, pero sí es cierto que la altura y las proporciones del Yaris Cross son más atractivas para la mayor parte del público que la carrocería más baja y cercana a la de una berlina compacta del Niro.