Toda empresa es dependiente de sus trabajadores. Sin ellos no pueden operar y, si no operan, su viabilidad cae rápidamente. Las huelgas son el más temido movimiento laboral por parte de las compañías. Que la actividad se pare en una sección de la empresa o en toda ella es causa de problemas serios. Los trabajadores del Servicio Técnico de Tesla en Suecia acaban de iniciar una huelga para reclamar mejores condiciones laborales. Por sí solo esto ya es un gran quebradero de cabeza para cualquier compañía, pero a ese parón en la actividad se ha sumado la negativa de los estibadores del puerto a descargar los contenedores.
En Europa, Tesla sólo produce la versión Performance del Tesla Model Y. La planta alemana se ha centrado en ese modelo que, si bien tiene una buena salud comercial, no es capaz de igualar las ventas del resto de unidades de la gama. Eso quiere decir que Tesla Europa necesita importar todos los coches, ya sea desde China o desde Estados Unidos. Todos esos coches llegan por mar, por lo que la dependencia de los trabajadores del puerto es absoluta. Si los estibadores del puerto no descargan los contenedores cargados de vehículos, no hay entregas que realizar. Ya el año pasado, algunos clientes noruegos se declararon en huelga de hambre por los fallos en las entregas de sus coches.
Las entregas del nuevo Tesla Model 3 están en peligro tras el parón en los puertos
Si miramos los datos, Suecia es uno de los principales mercados en materia de movilidad eléctrica. Si bien sus cifras no son equiparables a las de Noruega, los suecos cuentan con una cuota de mercado cercana al 60% en coches eléctricos e híbridos enchufables. Ni que decir que Tesla es la marca más vendida en el país. En lo que llevamos de año se han matriculado 14.000 unidades del Model Y, lo que supone un 6% de cuota del mercado total de coches eléctricos. Son grandes cifras que elevan la gravedad del problema con los trabajadores del servicio técnico.
Tal y como reconocen los propios empleados, no se han sentido muy apreciados por la compañía. Aseguran que sus condiciones laborales son peores a las de cualquier mecánico de otra compañía y solicitan a Tesla la firma de un convenio colectivo para garantizar una equidad con el resto de la industria. Si bien la afiliación sindical en Suecia es muy alta, dos de cada tres trabajadores del país pertenecen a algún sindicato, se estima que el 90% de los contratos están protegidos por algún tipo de convenio colectivo que establece las condiciones laborales mínimas. No es el caso de los trabajadores de los talleres de Tesla.
Los empleados de la compañía ya habían advertido la semana pasada de sus intenciones si la empresa no tomaba las acciones pertinentes. A pesar de las amenazas, la compañía no ha respondido y, desde el viernes, los talleres de Tesla no recibirán más clientes. En total, se contabilizan 130 trabajadores en siete talleres. Los americanos se oponen a cualquier posible sindicalización, pero ahora se verán obligados a negociar acuerdos, lo que para la firma podría sentar un peligroso precedente si la maniobra se extiende por más países de la Unión Europea. Además de la falta de servicio, el problema es que las entregas se han paralizado en un momento vital con la llegada de las primeras unidades del nuevo Tesla Model 3.
