Europa aseguró 60.000 millones de euros en inversiones para producir vehículos eléctricos y baterías el año pasado, 19 veces más que en 2018. Impulsados por los objetivos de CO2 de los automóviles de la UE, la industria y los gobiernos se comprometieron 3,5 veces más en la producción de vehículos eléctricos y baterías en Europa que en China, según un nuevo informe de Transport & Environment (T&E).
La ONG señala además que las ayudas europeas y nacionales tras el Covid-19 a la golpeada industria automovilística deberían basarse en esta inversión y apoyar una recuperación ecológica, priorizando la producción de vehículos eléctricos, así como incentivos a la compra para impulsar las ventas de automóviles de cero emisiones, especialmente en las flotas corporativas, de taxis y de vehículos compartidos.
Alemania obtuvo la mayor parte de esta inversión con 40.000 millones de euros, provenientes principalmente del Grupo Volkswagen y Tesla, que anunció una planta en Berlín. La República Checa recibió 6.600 millones de euros, también gracias a VW, puesto que planea producir 75 modelos totalmente eléctricos en todo el mundo para 2029. Italia se aseguró 1.750 millones de euros en inversiones en vehículos eléctrico el año pasado de Fiat, mientras que Francia, Suecia y el Reino Unido obtuvieron cada uno alrededor de 1.000 millones de euros de fabricantes de automóviles. España recibió cerca de 300 millones de euros de PSA-Opel, y Croacia recibió 80 millones de euros de Hyundai y Kia.
Mónica Vidal, directora de Políticas Públicas de ECODES, señala: "Hace unos años Europa estaba a la cola de la carrera por la supremacía del vehículo eléctrico. Pero los objetivos de CO2 de la UE han unido a fabricantes de automóviles y gobernantes para invertir 60.000 millones de euros en vehículos eléctricos y baterías logrando, así, cerrar finalmente la brecha con China. El éxito en este mercado es la actual política industrial de Europa, y los legisladores deberían duplicar las medidas de estímulo lo que impulsaría también una recuperación ecológica".
El aumento de la inversión en vehículos eléctricos dio lugar a un mercado de automóviles eléctricos en auge: los vehículos eléctricos representaron el 7% de las ventas en el primer trimestre de 2020. A medida que los concesionarios reabran, los legisladores deben aspirar a recuperar ese impulso con medidas de recuperación como garantías de préstamos y apoyo de liquidez para los fabricantes que den prioridad a los vehículos eléctricos.
Si se introducen planes de achatarramiento e incentivos a la compra, estos deben utilizarse para impulsar las ventas de vehículos eléctricos, especialmente en las flotas urbanas, públicas y privadas, que representaron el 57% de todos los automóviles vendidos el año pasado. El dinero público también debe ayudar a las personas y a las empresas a instalar la infraestructura de carga necesaria.
Para que Europa lidere la movilidad eléctrica, los legisladores europeos también deberían acelerar la transición hacia los vehículos de cero emisiones revisando al alza los objetivos/estándares de CO2 de los automóviles el próximo año dentro del bloque de objetivos para 2030. T&E señala que la UE debería garantizar que sólo se vendieran modelos de cero emisiones en toda Europa a partir de 2035, como tarde.
Saúl López (T&E) concluye: "El Covid-19 ha provocado una tragedia humana y ha agitado la economía. Pero la UE y los gobiernos pueden utilizar la recuperación para emerger con una economía más sana y ecológica, que refuerce su estrategia industrial de vehículos eléctricos y cree miles de puestos de trabajo".