La industria del automóvil ya no es lo que era, y con su evolución ha arrastrado y sigue arrastrando a aquellos fabricantes que no han sido capaces de adaptarse a los nuevos tiempos que corren. Ahora le ha tocado el turno a BBS, que suma su quinta quiebra en menos de 20 años.
Y es que lo cierto es que la empresa viene dando signos de debilidad desde 2007, y tras esta nueva bancarrota es dificil saber si conseguirá recuperarse, como hiciera antes ya en cuatro ocasiones, o si va a ser su despedida definitiva.
Un futuro incierto para BBS
El mundo del tuning, las preparaciones tan aclamadas de talleres específicos y la competición le dieron a BBS sus mejores años, desde su nacimiento en 1970, y sus llantas modulares de tres piezas fueron el culmen de sus trayectoria, pero la realidad es que han vuelto a declararse insolventes.
La noticia llega apenas unos días después de la quiebra de Recaro, cuyos asientos solían compartir vehículo con las ruedas de BBS, en las descaradas modificaciones de los preparadores, que nos tenían acostumbrados a ver puestas a punto de modelos de Mercedes-Benz, Audi o BMW, en otros coches de altas prestaciones.
Lo que BBS admite es que están teniendo problemas con la competencia italiana y china, aunque la realidad es que la compañía no ha terminado de adaptarse a los nuevos tiempos. Entre 2007 y 2011 acumuló sus tres primeras quiebras, y la siguiente tuvo lugar en 2020.
Ha cambiado de manos en varias ocasiones, y han intentado cambiar la estrategia y la gestión para ampliar el producto a un nicho mayor que el que tanto éxito les dio, pero los resultados no estaban siendo los esperados.
Si nadie puede evitarlo, BBS dejará de existir
Y tras 17 años en problemas, la solución parece complicada, teniendo en cuenta que es la matriz la que está afectada, porque la división europea ya flaqueó en 2023 y acabó en manos de un fondo de inversión turco.
Por su parte, la empresa principal hasta este momento es propiedad de KW Automotive, empresa alemana experta en suspensiones para coches que la adquirió en 2020 tras su penúltima quiebra. Ahora el destino de BBS Autotechnik es realmente incierto, y podría significar el final definitivo.