La compañía ferroviaria japonesa Central Japan Railway ha puesto en operación un nuevo modelo de tren bala, el Shinkansen N700S, que emplea por primera vez baterías de litio para poder desplazarse sin necesidad de emplear la electricidad de la catenaria. En Japón, es habitual que las líneas eléctricas ferroviarias queden inservibles por uno de los frecuentes terremotos que sufre el país. En esas circunstancias, el nuevo tren bala de Japón es capaz de moverse, a menor velocidad de lo que lo hace cuando hay suministro eléctrico, hasta la siguiente estación, donde se podrán apear los pasajeros con total seguridad.
Japón es un país pionero en la alta velocidad ferroviaria. A mediados de la década de los 50, se comenzó a construir allí la línea ferroviaria entre Tokio y Osaka, las dos principales ciudades del país. En 1964, sus "trenes bala" ya recorrían esta línea a 300 km/h de velocidad. Desde hace 13 años, el famoso tren bala Shinkansen no había sido remodelado, lo que quiere decir que mantenía una tecnología y un confort a bordo se estaban quedando obsoletos. Ahora, la compañía ha decidido remodelarlo y ponerlo a circular en la línea Tokaido Shinkansen entre Tokio y Shin-Osaka. El nuevo tren bala japonés, que recibe el nombre de Shinkansen N700S, ha sido creado desde cero, y gracias a ello se han podido incluir varias novedades tecnológicas, entre las que destaca la inclusión de varios paquetes de baterías de litio situadas bajo los vagones.
La velocidad máxima que puede alcanzar el N700S es de 360 km/h, aunque la operativa está limitada a 285 km/h. Cuando se mueve con las baterías de litio, la velocidad se reduce, puesto que el objetivo es que el tren no se quede bloqueado con sus pasajeros. Las baterías situadas bajo la cabina de cuatro de los 16 vagones que forman el convoy, lo alimentan en caso de emergencia. Una de ellas, desgraciadamente bastante frecuente, son los terremotos, habituales en el país asiático, y que suponen un riesgo para la circulación ferroviaria. Cuando la catenaria deja de recibir electricidad, el tren no queda atrapado en un área que puede ser potencialmente peligrosa (como por ejemplo un túnel) sino que pude desplazarse a baja velocidad hasta alcanzar la siguiente estación donde podrán desembarcar los pasajeros. Ni la capacidad de estas baterías, ni la autonomía que son capaces de cubrir han sido desveladas.
El interior del Shinkansen N700S también ha aumentado en confort de marcha.
Otra de las novedades que aporta este nuevo Shinkansen es el sistema de suspensión activa que absorbe los movimientos parásitos típicos del ferrocarril que se trasladan a los viajeros pudiendo llegar provocar algún que otro mareo. Movimientos como el galope, o cabeceo sobre el eje vertical, o el zarandeo, a lo largo de su eje transversal, son absorbidos por este sistema. Mediante la actuación sobre la suspensión el tren es capaz de recolocar la cabina para aumentar el confort de marcha de los pasajeros.
En su interior, el mayor espacio disponible permite incluir asientos reclinables y un enchufe eléctrico para cada asiento que permite trabajar en un portátil, ver una película o simplemente cargar el móvil o la tablet. También se han añadido nuevos sistemas de seguridad como cámaras externas que ofrecen una mayor visibilidad y que son capaces de manejar algoritmos para prever colisiones. En la actualidad son cuatro las unidades del N700S que ya están operativas, aunque la compañía asegura que aumentarán hasta las 40 para 2022.
