Los trenes también se van sumando poco a poco al hidrógeno como alternativa en aquellas zonas en las que las vías no disponen de catenaria y, por tanto, no pueden disponer de la electricidad necesaria para mover la locomotora. Esta situación se da en todo el planeta, especialmente en trenes de media y larga distancia.
Esta solución ya funciona en países como Alemania desde hace unos años pero lo que ahora plantea Talgo es disponer del primer tren del mundo de alta velocidad con pila de combustible de hidrógeno. Cuenta con el apoyo de las empresas españolas Ingeteam, Repsol, Sener, Optimus3D, Golendus, Universidad Pontificia Comillas, Tecnolia y Adif.
El proyecto ha tomado el nombre de Hympulso y se ha hecho viable fruto de la mencionada colaboración y de una subvención de 6,5 millones de euros de los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica), en el área de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento y dentro del Programa de Incentivos para la Cadena de Valor Innovadora y del Conocimiento del Hidrógeno Renovable.
Es uno de los doce proyectos que han seguido adelante en el área de carácter sostenible y éste, en concreto, es el que mayor puntuación ha obtenido en cuanto a solidez y viabilidad.
La nueva cabeza de tren contará con un sistema de propulsión por pila de combustible de hidrógeno y baterías, sustituyendo a la de uno de sus trenes Talgo 250 de larga distancia. En este caso, lo que se han utilizado son motores diésel para generar la electricidad suficiente para mover el ferrocarril en aquellas secciones sin catenaria, porque la vía está parcialmente o totalmente sin electrificar.
Este tren, pionero en el mundo, será el que arranque una nueva era del sistema ferroviario, al alimentarse con hidrógeno verde, el obtenido de fuentes 100% renovables. Será un tren de tracción dual-híbrida, pues contará con un sistema de cambio automático de ancho de vía para operar también en vías que no estén preparadas para la alta velocidad.
Además, aprovechará la catenaria para alimentar a la locomotora allí donde sea posible y haya infraestructura. Será Ingeteam quien se encargue de construir los convertidores de alta potencia de tipo reversible, para que se puedan recargar las baterías de las dos formas.
Necesitará de unas instalaciones específicas para repostar hidrógeno y de unos depósitos que permitan almacenar este elemento en forma de gas a alta presión. Ahí entran en juego Repsol y Golendus, que ya tienen previstas dos infraestructuras para el correcto suministro de este elemento. Como curiosidad, la que tiene Repsol en sus manos será de tipo móvil.
El objetivo de todo esto a nivel estatal y mundial es conseguir activar la cadena de valor del hidrógeno renovable, desde el origen hasta la utilización en los trenes de todo el planeta. Adif será quien se encargue de velar por el manteniminento de las instalaciones para que esto ocurra de la manera más factible y atendiendo a las necesidades de transporte comercial y de pasajeros.