La industria, en general, está viviendo una auténtica revolución en lo referente a la ecología y la sostenibilidad. Este es un apartado que se ve en claro auge en el sector automotriz, donde, posiblemente, la tecnología se encuentre mucho más avanzada en la consecución de las ansiadas emisiones de carbono netas. Sin embargo, en Australia, una empresa minera es posible que haya dado con la alternativa definitiva: un tren eléctrico que no necesita parar a recargar sus baterías. ¿Cómo es posible esto?
En los últimos años se han anunciado novedades referentes al sector ferroviario, principalmente con métodos de combustión alternativos como el uso de la pila de combustible de hidrógeno, por ejemplo; incluso en España ya se han presentado proyectos como el Talgo para corta y media distancia movido por hidrógeno. No obstante, sea cual sea la solución empleada, todos los vehículos presentan un factor común, y es que deben tener una parada -más o menos larga- para repostar sus componentes de almacenaje (ya sean baterías o depósitos de hidrógeno).
Sin embargo, la compañía minera australiana Fortescue Metals Group, ha revolucionado el sector con un tren de transporte de carga eléctrico que no precisa detenerse y al que popularmente ya conocen como “Tren Infinito”. Este es un vehículo que circula por un circuito cerrado de vías. En su tránsito, en el punto inicial, carga sus vagones con hasta 34.000 toneladas de mineral de hierro extraídos de la mina de Eliwana, en Australia, y los transporta hasta la planta de Fortescue Metals Group; posteriormente, regresa al punto de inicio. En total, el tren recorre 143 kilómetros entre el punto A, el punto B, y el retorno al inicio.
Este recorrido lo ejecuta sin necesidad de catenaria u otro elemento que aporte alimentación eléctrica externa. La respuesta a todo esto se encuentra en la propia orografía del terreno donde opera el “Infinity Train”, ya que el camino entre la mina y la fábrica es cuesta abajo. Esto ha llevado a acoplar un sistema de recuperación de energía (como el que emplean los actuales coches eléctricos) que hace que su batería se recargue por completo en el tránsito inicial.
Una vez descarga todo el mineral de hierro que transporta a bordo, dicha batería ya cuenta con la energía suficiente para encarar la vuelta a la mina cuesta arriba, aunque sin lastre adicional que remolcar más allá del propio peso del tren y sus vagones.
Una vez regresa a cargar sus vagones a la mina, su batería ya se encuentra prácticamente vacía, la cual volverá a recargarse en su trayecto hasta la fábrica. Este circuito cerrado lo realiza durante las 24 horas al día sin necesidad de parar a recargarse o abastecerse.
Cada uno de estos trenes tiene una longitud total de 2,8 kilómetros y pueden transportar 34.404 toneladas de material repartido en 244 vagones. La compañía cuenta con un total de 54 locomotoras operativas que mueven 16 juegos de trenes en todo el recorrido.
Por desgracia, esto es posible únicamente gracias a la orografía del terreno de trabajo que permite llevar a cabo esta solución técnica. Estos trenes llevan ya algunos meses operando con total normalidad y como sustitutos de los diésel empleados hasta el pasado 2021. Gracias a esta tecnología eléctrica, la compañía afirma que han ahorrado un total de 82 millones de litros de diésel en la ejecución del trabajo. Desde Fortescue Metals Group pretenden ofrecer esta solución a otras empresas mineras del mundo, siempre y cuando las condiciones del terreno y el trabajo así lo permitan.