Según ha podido saber el medio The Wall Street Journal, Uber ya se encuentra trabajando en el desarrollo de sus propios coches eléctricos destinados al transporte de personas, así como otros servicios de entrega de paquetería a los que ya se dedican en lugares como España a través del servicio de Uber Eats. Sus vehículos particulares estarían desarrollados explícitamente para sus labores en mercados de Norteamérica y Europa, principalmente.
Esta no es la primera vez que Uber busca crear sus propios vehículos eléctricos en los que desarrollar su actividad. Hace algo más de un año, la compañía de transporte presentó, junto a Arrival, su propia concepción del coche ideal para el transporte de pasajeros. Prometían que tendría más espacio interior que un Rolls-Royce, sin embargo, los planes se echaron a perder cuando la firma de vehículos se declaró con fondos escasos y prefirió enfocarse en el desarrollo de su furgoneta eléctrica.
En Uber no se han dado por vencidos y ya habrían establecido conversaciones con algunas marcas. El propio CEO de la compañía, Dara Khosrowshahi, ha dado un primer paso al comunicar este proyecto durante un evento celebrado en Davos, Suiza. En él afirmó que la compañía quiere hacer vehículos especialmente optimizados para uso urbano con el fin de reducir notablemente los costes.
El máximo directivo continuó exponiendo que, para las necesidades que presenta Uber, un coche eléctrico no tiene por qué tener una velocidad máxima elevada, tiempos de aceleración extraordinarios o una potencia significativa; con las especificaciones justas para poder desarrollar su actividad sería más que suficiente. Estos vehículos también podrían abandonar la clásica configuración de dos filas de asientos (una delante y otra detrás), en favor de una alternativa con una doble fila trasera enfrentada y un gran espacio central que haga las funciones de salón.
Concretamente, el CEO aseguró que: “Creo que las velocidades máximas, por ejemplo, que tienen muchos automóviles eléctricos no son necesarias para la conducción en la ciudad asociada con el viaje compartido. Eso puede reducir las especificaciones y, si reduce las especificaciones, puede reducir el costo final”.
En el apartado de vehículos especiales para el transporte y entrega de cargas, señaló que podrían incorporar un esquema de dos o tres ruedas, de esta manera “pueden atravesar el tráfico más fácilmente y tienen una huella mucho más pequeña, tanto en término medioambiental como de tráfico”.
Khosrowshahi no hizo mención concreta sobre las marcas automotrices con las que se encuentran trabajando actualmente para el desarrollo de sus futuros vehículos eléctricos, pero se espera que sean compañías diferentes especializadas en ciertos vehículos concretos (bicicletas eléctricas, coches eléctricos, motos…).
Por ahora, tampoco se ha confirmado cuándo se presentará el primer vehículo desarrollado para trabajos concretos de Uber. La marca quiere presentarse como una firma totalmente eléctrica para 2030. En Europa espera alcanzar este objetivo mucho antes, en 2025. Por ello, es posible que sus primeros modelos propios vean la luz a partir de ese mismo año.