La recarga es un proceso fundamental a tener en cuenta a la hora de comprarse un coche eléctrico. Las múltiples opciones disponibles en el mercado están ahí para dar respuesta a un problema que se va minimizando según pasa el tiempo. No hay duda alguna de que en estos términos Tesla es sinónimo de garantía y velocidad. Su red de carga, ahora pública, se ha convertido en la referencia en todo el mundo. Su sistema NACS ya puede considerarse estándar en Estados Unidos tras firmar un acuerdo con la última compañía que estaba pendiente de adquirirlo, Toyota.
El año ha sido muy intenso en cuanto a acuerdos para homogeneizar un sistema de carga en Estados Unidos. Al contrario que en Europa, donde se ha impuesto el formato CCS y lo montan todos los coches eléctricos, incluidos los Tesla y los Toyota, en Norteamérica se ha abogado por dar libertad a los fabricantes para que cada uno decida qué solución adoptar. Esto ha llevado a un pequeño caos que se ha resuelto de forma unilateral por las marcas. Entre ellas se han puesto de acuerdo para seguir un sólo rumbo y nada mejor que el formato de Tesla para convencer al público.
Toyota adoptará el formato NACS, pero no en todos sus coches eléctricos
Durante la pasada primavera, Ford hizo un importante anuncio. A partir de 2025 todos sus coches eléctricos montarán de fábrica el puerto NACS. El acuerdo sellado con Tesla sacudió los cimientos de la industria. Poco a poco, una tras otra, todas las marcas han ido pasando por el aro para adoptar el puerto de Tesla como el mejor y único sistema disponible. A pesar de las críticas y las quejas emitidas por diversas asociaciones, el movimiento de los de Michigan puso la primera piedra en una edificación que a día de hoy ya se puede dar por concluida. Los japoneses han sido los últimos en sumarse a esta corriente.
No debe haber sido nada fácil para una corporación como Toyota dar el paso. Los japoneses tienen una sólida mentalidad de conservadurismo. Los cambios se realizan poco a poco. Las decisiones son tomadas tras muchos análisis y estudios y pocas veces en la historia hemos visto un cambio de mentalidad semejante. Tras firmar el acuerdo, los Toyota y Lexus eléctricos que se fabriquen a partir de 2025 para Estados Unidos incorporarán el formato NACS, pero no todos. Los japoneses no se han rendido por completo ya que tal y como anuncian, sólo lo montarán aquellos vehículos que se fabriquen en la planta de Kentucky. Se han referido específicamente a un SUV de tres filas completamente nuevo que todavía no hemos visto.
A partir de ese año, los propietarios de un coche eléctrico de la corporación podrán acceder libremente a la extensa red de carga instalada en Norteamérica: 12.000 puntos repartidos por todo el territorio, aunque para conectarse a la red de supercargadores necesitarán un adaptador CCS a NACS que la compañía se encargará de proporcionar a sus clientes. Por ahora, no se sabe si tendrán que pagar por él o si Toyota, en un alarde de solidaridad, lo ofrecerá gratuitamente. Lo que sí está claro es que Tesla ya puede decir que domina el mundo de la recarga. Su puerto será el estándar a partir de 2025 y nada ni nadie, ni siquiera la SAE, puede decir lo contrario.