Los centros de las ciudades están empezando a blindarse de los vehículos más contaminantes. Cada día surgen nuevas zonas de bajas emisiones. Aunque muchos políticos locales lo toman como una decisión propia, la realidad es que la Unión Europea exige fijar esos límites a cada vez más ciudades. Bruselas, Madrid y París han perdido una demanda contra la Comisión Europea por fijar límites de emisiones de NOx demasiado altos.
A raíz del escándalo de los vehículos diésel de Volkswagen en el año 2015, en el que se demostró que los coches contaminaban más de lo que decían, la Unión Europea se puso seria en cuanto a los límites de contaminación soportables en los grandes centros de población. Muchas grandes capitales levantaron la voz ante unas exigencias difíciles de cumplir en el plano político. Ante esa situación algunas de esas ciudades decidieron tomar medidas para evitar la entrada en vigor de tales límites.
Es ahora el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) el que anula una sentencia anterior del Tribunal General que daba la razón a las capitales demandantes. Dicha medida fue recurrida por la propia Comisión, además de por otros países como Alemania y Hungría. Finalmente, la justicia les ha dado la razón de forma definitiva, pues no cabe recurso alguno ya que estamos hablando de la más alta instancia jurídica dentro de la Unión Europea.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha anulado una sentencia anterior que daba la razón a las capitales demandantes.
En el pliego de la denuncia, las ciudades demandantes, Bruselas, Madrid y París, se quejaban de que los límites interpuestos por la Unión Europea eran más exigentes que los aplicados a la normativa Euro 6, normativa vigente y aplicada a los vehículos ligeros matriculados a partir de 2015. Según ellos, esta medida socavaba su capacidad de regular la circulación de vehículos para reducir la contaminación del aire. En París llegaron a formarse grandes disturbios por las medidas adoptadas por el consistorio local.
A pesar de haber pasado ya casi siete años desde el inicio del litigio, muchas ciudades siguen presentando problemas en cuanto a las restricciones a la circulación. A pesar de que todas ellas han tomado medidas, algunas de ellas de consideración, albergaban la esperanza de que el Tribunal de Justicia confirmara la medida anterior del Tribunal General. Finalmente, no ha sido así, y el TJUE determina que las ciudades deberán tomar medidas para paliar la contaminación del aire.
Ahora, muchas voces afirman que incluso deberían fortalecerse las medidas contra la emisión de gases contaminantes en las ciudades. La Unión Europea se está tomando muy en serio el cumplimiento de las medidas, y no descarta que en los próximos años se establezcan límites incluso más restrictivos. Algunos apuntan a una reducción de hasta el 75% de cara a 2030. Lo que está claro que es ni Madrid, ni Bruselas ni París han podido convencer a la justicia, y por lo tanto tendrán que acatar a rajatabla con la normativa.