Modificar los coches a nivel estético o mecánico es casi tan antiguo como el propio automóvil. No obstante, el llamado tunning tal cual lo entendemos actualmente es algo más reciente. Coches con la suspensión bajada, carrocería más ancha, alerones por doquier -no siempre, pero casi- y un interior renovado de arriba abajo. Algo así es lo que se está poniendo de moda en Estados Unidos con los Tesla, y la compañía Unplugged Performance es en buena parte culpable de ello.
Cada país tiene un estilo claramente reconocible en esto del tunning, con Japón quizá como máximo exponente de esta corriente automovilística. Existen preparadores especializados que cuentan con el beneplácito de los fabricantes, como ocurre con Alpina y BMW, Brabus y Mercedes o ABT y Audi. Y algo similar busca Unplugged Performance, que se dedica a modificar coches de Tesla en tan amplia medida como abultada sea la cartera del cliente.
Tunning de alto nivel para el Tesla Model S: una modificación a fondo puede costar 50.000 dólares
El precio de las modificaciones más básicas ronda los 800 dólares, e incluye cosas menores como unas pastillas de freno de mayor rendimiento. No obstante, un kit de tuneo completo para un Tesla Model S alcanza la friolera de 50.000 dólares, unos 45.000 euros al cambio, y lleva más de cuatro meses de trabajo. El kit que presentó Unplugged Performance para el Model 3 en el último SEMA de Las Vegas costaba 35.000 dólares, casi tanto como el propio coche.
Una modificación a fondo incluye kit de carrocería ensanchada, frenos carbocerámicos y llantas forjadas más ligeras. | Fuente: Unplugged Performance
En estos casos, la modificación incluye un kit de carrocería ensanchado con numerosas piezas en fibra de carbono (faldones laterales, spoiler, parachoques delantero, difusor trasero...), un labio inferior que aumenta la carga aerodinámica, frenos carbocerámicos, suspensión modificada más deportiva o llantas forjadas más ligeras con tuercas de titanio. La compañía ofrece incluso unas llantas de 20" hechas de fibra de carbono que pesan solamente 7 kg (cada una) y reducen la masa rotacional en más de un 50%.
El interior también puede ser profundamente modificado, totalmente a gusto del cliente, con tapizados de piel y/o Alcantara por todo el habitáculo desde la tapicería de los asientos hasta los paneles de las puertas, pasando por el volante, el techo o el salpicadero. El cliente puede elegir un bordado concreto para los asientos, la tapicería de prácticamente cualquier color, cambiar los asientos por otros más deportivos y cambiar casi todo el plástico por molduras de fibra de carbono.
El habitáculo puede tapizarse por completo con Alcantara y sustituir el plástico por fibra de carbono. | Fuente: Unplugged Performance
La idea, en cualquier caso, es aumentar las prestaciones a base de reducir el peso y optimizar la aerodinámica. A diferencia de la mayoría de preparadores que tunean modelos de combustión, Unplugged Performance no toca nada relativo al motor o la batería. La empresa, que años atrás se labró su reputación modificando coches japoneses de altas prestaciones como el Nissan GT-R, ahora organiza el Tesla Corsa: jornadas de track-days para grupos reducidos de propietarios que quieren dar rienda suelta a sus Tesla en circuito.
El co fundador de la empresa quiere que Unplugged Performance sea para Tesla lo que AMG es para Mercedes
Ben Schaffer, co fundador de la compañía, sostiene que «Tesla nunca ha dedicado realmente muchos recursos a la diferenciación entre sus coches, por lo que hay mucho espacio para que lo hagamos nosotros». Schaffer dice también que quiere que Unplugged Performance sea para Tesla lo que AMG es para Mercedes-Benz, una división interna dedicada a mejorar las prestaciones de sus coches y dotarles de un aspecto más deportivo.
Una conversión completa para el Tesla Model S puede superar los 50.000 dólares. | Fuente: Unplugged Performance
Unplugged Performance puede encargarse de comprar directamente el coche a Tesla, aunque obviamente también puedes llevar tu coche por tu cuenta. El año pasado la compañía tuneó alrededor de 1.000 Tesla, de los cuales el 70% fueron Model 3, un 20% eran Model S y el resto Model X.
Los principales clientes estadounidenses proceden de California (donde Unplugged tiene su sede), Texas y Florida, y sus principales mercados extranjeros son Hong Kong, Australia, Alemania y Suiza.