El fabricante de baterías alemán Varta ha firmado un acuerdo de colaboración con el Instituto Fraunhofer para el desarrollo y la posterior producción en masa de celdas de baterías dedicadas al mercado del vehículo eléctrico. Esta cooperación con la organización de investigación alemana tiene como objetivo el acondicionamiento de sus procesos de producción de celdas de baterías, aprovechando sus ventajas técnicas, frente a los fabricantes asiáticos que actualmente dominan este mercado.
Actualmente, Varta ha especializado su producción de baterías en el campo de los audífonos y los grandes sistemas de almacenamiento de energía solar. El gobierno alemán anunció hace unos días la inversión de 1.000 millones de euros en la constitución de un consorcio nacional para la puesta en marcha de una gran fábrica de baterías para vehículos eléctricos. Varta Microbattery, Ford-Werke y BASF, se encuentran entre las compañías involucradas en las conversaciones que está poniendo en marcha el ministro de economía alemán Peter Altmaier. Fuentes cercanas a Volkswagen afirman que grupo alemán está abierto a unirse al consorcio.
Con la firma de este acuerdo de investigación con el Instituto Fraunhofer y las negociaciones con varios actores relacionados con este mercado, Varta pretende ampliar su línea de productos. Según el CEO de Varta, Herbert Schein, están desarrollando ventajas técnicas que les permitirán competir en el mercado de las baterías frente a sus rivales asiáticos.
El objetivo del proyecto de investigación es establecer una línea de producción más avanzada, con la incorporación de nuevas tecnologías que reduzcan la tasa actual de chatarra en un 10 por ciento, según ha explicado Thomas Bauernhansl, director del Instituto Fraunhofer en Ingeniería de manufacturación y automatización. "Varta es la única empresa en Alemania que cuenta con experiencia en la producción en masa de celdas de batería, lo que facilitará su entrada en el mercado del vehículo eléctrico", ha añadido.
Altmaier, promotor de esta iniciativa, quiere apoyar a sus empresas nacionales en el desarrollo de este nuevo mercado y limitar la dependencia de los proveedores asiáticos. De esta forma, los empleos que corren riesgo de desaparecer por la reducción de la fabricación de motores de combustión se crearán en un nuevo sector industrial que hasta ahora no había contado con el apoyo del estado.
Altmaier dijo que está en contacto con varias empresas interesadas en la formación de consorcios y que esperaba las primeras decisiones de inversión se concreten a finales del primer trimestre de 2019. El impulso del gobierno alemán para conformar una nueva política industrial supone una ruptura con su enfoque generalmente no intervencionista en las decisiones comerciales. Forma parte del esfuerzo europeo para empujar proyectos industriales de baterías y alianzas entre empresas, y contrarrestar el dominio de las empresas chinas, japonesas y coreanas, que ya están aumentando su producción y acaparando buena parte del mercado.