La industria del automóvil se encuentra en pleno proceso de transformación ante la nueva era del coche eléctrico que está teniendo lugar. Así lo ratifica un informe de investigación de ABI Research que predice que los kilómetros recorridos en eléctricos a nivel mundial superarán el 20%. Esto se debe principalmente a la absorción de este tipo de vehículos por parte de las flotas de vehículos compartidos que harán un uso intensivo recorriendo mayor número de kilómetros.
Este tipo de servicios de movilidad impulsarán la utilización de eléctricos a niveles más elevados, lo que permitirá, a su vez, un descenso en las tasas globales de emisiones de gases de efecto invernadero en algunos países y ciudades. Para ello será necesario un nuevo diseño general en la red eléctrica y en la generación de electricidad para alimentar estos vehículos con el fin de sostener la caída total de las emisiones.
Según ABI Research, la adquisición de eléctricos por parte de los consumidores seguirá creciendo. Los gobiernos son cada vez más conscientes de los beneficios de la electrificación para el medio ambiente: mejor sostenibilidad, menor impacto medioambiental y una mejor calidad del aire. Este último,especialmente importante para las grandes ciudades, podría suponer un punto de inflexión en las transacciones de este tipo de vehículos en el futuro.
Para sostener un mayor número de eléctricos en las carreteras en el futuro, las ciudades tendrán que adoptar progresivamente cambios significativos entre los que se encuentran, las estaciones con sistemas avanzados de carga y las mejoras de la red, que debe estar totalmente rediseñada, para la correcta administración de energía. "El estado de California está preparando un proyecto de ley que obligaría al 20% de los kilómetros recorridos a través de servicios de transporte a ser en vehículos eléctricos en 2023, llegando al 50% en 2026.", apunta Dominique Bonte, vicepresidente de mercados finales de ABI Research.
Desde el punto de vista empresarial, la industria deberá encontrar un modelo comercial que permita un funcionamiento continuo y una buena experiencia del cliente, de tal forma que si se implementa correctamente, se impulsen la necesidad de una red amplia de carga y futuras instalaciones inalámbricas de carga pública. Por tanto, será la rentabilidad y los aspectos comerciales los que favorecerán una mejora de las infraestructuras e impulsarán los eléctricos.
Finalmente, ABI Research concluye que se necesitarán mejoras para sostener la electrificación a gran escala. El transporte público, junto con el uso compartido del automóvil y otras formas de movilidad eléctricas parecen ser claves en este proceso. En palabras de Bonte, los conductores que adquieran eléctricos "cambiarán cada vez más de la propiedad del consumidor a la movilidad urbana compartida, en un principio compartiendo el viaje, seguido por el uso compartido de vehículos eléctricos sin conductor a largo plazo".