El Chevrolet Corvette es un deportivo producido por General Motors desde 1953. A lo largo de los años, ha tenido varias generaciones y diseños diferentes, cada uno con su propio aspecto y mejoras en el rendimiento. El Corvette es considerado como uno de los coches deportivos más icónicos y populares en todo el mundo. La generación actual, la octava, fue lanzada en 2020.
Durante su larga historia, el Chevrolet Corvette nunca ha sido un coche eléctrico, aunque General Motors está decidido a electrificarlo, empezando por una versión híbrida enchufable a la que podría seguir una versión totalmente eléctrica. Por eso, la historia de este Corvette eléctrico es todavía más importante, además de ser completamente atípica y rara.
Este prototipo es único y, lo más sorprendente, está a la venta. La historia se remonta a la década de 1970. Según The Drive, la publicación que lo ha descubierto, el protagonista es un ingeniero eléctrico de Illinois llamado Sanjar Ghaem. Harto de los altos precios de la gasolina y de la escasez de combustible por la crisis petrolífera y energética del momento, a Ghaem se le ocurrió una idea: ¿por qué no comprar un automóvil ‘pequeño’ y convertirlo en eléctrico?
Ghaem se asoció con un amigo, también ingeniero, para reemplazar el motor y el depósito de combustible de un pequeño Renault por unas baterías y un generador de avión que adquirieron por 90 dólares. “Era un carrito de golf venido a más con quizás 25 a 30 CV de fuerza”, asegura Ghaem a The Drive.
El pequeño Renault eléctrico cumplió su propósito durante varios años, pero Ghaem quería algo más de autonomía y un mejor rendimiento. Unos años más tarde, consiguió un trabajo en Motorola y acabó convirtiéndose en el director de Tecnología de su división automotriz. Después de observar la tecnología de gestión del motor en la que estaba trabajando Motorola, pensó que la compañía debería comenzar a considerar los sistemas de propulsión eléctricos, afirmando que "prepararía el negocio para el futuro".
En 1992, junto a uno de sus compañeros de trabajo, Ken Gerbetz, que también estaba de acuerdo en que los motores eléctricos eran el futuro, crearon un modelo de demostración para que lo exhibiera Motorola.
El equipo comenzó a conquistar a la alta gerencia de la empresa tras vencer, con su EX11, a Toyota y a GM (con su icónico concept Impact, que eventualmente se conocería como EV1) en la competición Arizona Public Service Solar and Electric 500 de 1993. Esta victoria les valió para aumentar su credibilidad y proponer un proyecto más grande: la conversión de un muscle car. Y aquí es donde entra el juego el primer Corvette eléctrico.
A la venta por seis cifras
Motorola le concedió al equipo de Ghaem 25.000 dólares para el proyecto, que se conoció como EX-12, el primer Corvette eléctrico. En el exterior, es un Chevrolet Corvette C4 (cuarta generación) estándar y convertible, de color rojo cereza y del año 1987. Debajo del capó hay varias baterías de "alto voltaje" marcadas con los logos de Motorola.
El Corvette eléctrico terminó en las manos de Larry Brosten, propietario de Auto Parts City (una cadena de tiendas de componentes con sede en Illinois). Lo recibió de manos de un ex ingeniero de Motorola que trabajó en la empresa durante el proyecto, pero que no colaboró en el proyecto en sí.
El Corvette eléctrico está ahora a la venta a través de Ebay a un precio de 100.000 dólares. Con el prototipo se incluyen cinco kilogramos de documentación que detalla su existencia. Después de 30 años, actualmente se encuentra en Gurnee, Illinois, preparado para que se lo lleve un nuevo propietario que se convertirá en el afortunado poseedor de una parte de la historia del automóvil.