Tras un cierre de 2023 que dejó un año con cifras récord para la industria del coche eléctrico, el 2024 promete ser uno de los más difíciles a nivel comercial. Numerosos estudios e indicadores anticipan 12 meses de duras condiciones comerciales. Los resultados de las marcas demuestran que podríamos cerrar el primer año a la baja. Las ventas eléctricas parecen haberse estancado, pero no todas sufren igual. BMW, Mercedes y Audi pelean entre sí por conquistar el segmento premium, pero la batalla nos deja un líder, una marca en problemas y otra que no despega.
Las tres son las grandes representantes de lo que conocemos como la categoría premium. Coches más caros que la media, pero con mucha más calidad, equipamiento y tecnología integrada. Cuando hablamos de marcas premium las alemanas se llevan el gato al agua en popularidad y reconocimiento. Pocas compañías rivales son capaces de plantarles cara, Jaguar, Volvo y Lexus son otras empresas consideradas premium, pero sus ventas globales no consiguen alcanzar a las del tridente alemán. Sin embargo, las divisiones eléctricas arrojan resultados muy dispares que destacan la salud comercial de cada una.
Ventas dispares para los tres fabricantes premium preferidos en Europa
BMW fue una de las precursoras del cambio eléctrico. El i3 fue su primer lanzamiento y tras él han sido muchos los coches impulsados a baterías. Desde el iX1 al i7 o al iX. En el catálogo encontramos diferentes opciones para diferentes clientes. El próximo año, BMW lanzará al mercado una nueva generación de coches eléctricos bajo la plataforma Neue Klasse. Se espera una revolución, pero ahora mismo en Múnich están bastante contentos con los resultados cosechados en el primer semestre del año. BMW lidera las ventas eléctricas premium con 107.933 matriculaciones entre enero y junio. Un 22% más que con respecto al mismo periodo del año anterior.
BMW va en contra de la tendencia natural del mercado y sólo hace falta echar un vistazo a Mercedes para darse cuenta del estado de salud del sector eléctrico europeo. Los de Stuttgart han puesto en la calle 45.800 coches eléctricos durante el primer semestre, lo que supone una caída del 25% con respecto al mismo periodo del 2023. En Mercedes no encuentran la forma correcta para vender sus eléctricos. Si bien muestran buenas cualidades, el cliente se aleja de los concesionarios. Ante semejante panorama, los alemanes están volviendo a invertir en el desarrollo y mantenimiento de coches de combustión. Los únicos modelos que hoy por hoy tiran del carro.
Y luego está Audi. A pesar que los de Ingolstadt no han entrado en el mercado eléctrico con la misma fuerza que sus colegas y rivales alemanes, las ventas se han estancado durante el primer semestre del año. Entre enero y junio han matriculado 41.000 coches. Si bien no ha perdido volumen de ventas, tampoco lo ha ganado. El Grupo Volkswagen ha obtenido valores muy similares. Las ventas de coches eléctricos en Estados Unidos y en Europa han caído un 15%, mientras que en China han aumentado un 45% en el mismo periodo. Audi confía en que su último eléctrico, el Q6 e-tron sea el precursor del cambio, aunque lo tiene difícil. Las últimas noticias demuestran que los pedidos se han reducido y que la fábrica de Bruselas y la vida del Q8 e-tron corren peligro.