El coronavirus está golpeando a toda la sociedad, y a nivel global, como pocas veces había ocurrido antes en la historia reciente. En materia económica, y en lo relacionado con el sector del automóvil, se está traduciendo en un desplome de las matriculaciones. El pasado mes de marzo las matriculaciones de coches eléctricos cayeron un 43%, una cifra que no obstante fue ligeramente mejor que la del mercado total, que ha caído un 69,3% respecto a marzo del año pasado.
El pasado mes de marzo se matricularon un total de 739 coches eléctricos, según los datos de AEDIVE y GANVAM. La cifra supone una caída del 43% respecto al mismo mes del año anterior, en el que se superaron los 1.600 coches eléctricos vendidos en todo el territorio nacional. El mal dato es comprensible teniendo en cuenta el cierre de los concesionarios y la paralización de la industria por el estado de alarma, un parón que afecta a prácticamente a toda la economía.
La buena noticia dentro de este ambiente negativo es que el dato acumulado sigue en positivo, es decir: las ventas totales entre enero y marzo siguen siendo mayores que el mismo periodo del año pasado (+43%) pese al frenazo del último mes. No obstante, las cifras evidencian también la ralentización de la movilidad eléctrica, que venía creciendo a un ritmo de tres dígitos, en torno al 120%.
Por tipo de vehículo, las furgonetas eléctricas cayeron más del 53% en marzo, situándose en las 71 unidades. Una cifra que contrasta con las de motocicletas y ciclomotores: estos últimos subieron un 174%, con un total de 642 unidades, mientras que las motocicletas eléctricas registraron una subida del 142% hasta las 616 unidades. Estas grandes subidas encuentran explicación en las operaciones cerradas por las compañías de moto compartida (o motosharing)
Las empresas fueron responsables del 59,6% de las matriculaciones de coches eléctricos en marzo, y registraron una caída del 41,5% hasta situarse en 441 unidades. Un descenso prácticamente idéntico al del canal de particulares (-41,6%), que con 272 unidades apenas registró una de cada tres ventas. Por su parte, el canal de alquiladores se desplomó un 69,3%, con sólo 26 unidades matriculadas.
Desde el sector apuntan la necesidad de poner en marcha medidas adicionales de estímulo que devuelvan la confianza a consumidores e inversores, con el objetivo de reactivar la actividad económica tras el parón de actividad forzado por la pandemia del coronavirus. Y es que se antoja cuanto menos complicado que la economía se vaya a reactivar de golpe una vez se levante el estado de alarma y la situación vaya retomando la normalidad.