A nadie en su sano juicio se le ocurriría irse al campo con un superdeportivo de 2,5 millones de euros como el Rimac Nevera. Apenas tiene altura libre al suelo, equipa neumáticos más pensados para un circuito y desde luego a nadie le gustaría dañar la costosa carrocería de fibra de carbono. Y sin embargo, hay un motivo por el cual hacer off-road con un Nevera no es mala idea.
No nos hemos vuelto locos. Tampoco Mate Rimac, fundador y CEO de Rimac Automobili, metiendo uno de sus preciados superdeportivos eléctricos en pistas de grava, tierra y barro. Este año está siendo ajetreado e interesante para Mate Rimac, después de haber materializado la compra de Bugatti junto con Porsche para formar Bugatti Rimac. Pero aún así, el croata ha sacado tiempo para grabar un vídeo con un Nevera a todo trapo por el campo e incluso por la zona de obras de las futuras instalaciones de la compañía.
Todo tiene una razón de ser: el coche empleado en las imágenes, tan reales como la vida misma, es la unidad destinada a las pruebas de choque para su correspondiente homologación. Dicho de otra manera: es el coche elegido para estrellarlo contra un muro en beneficio de la seguridad y la ciencia. Así que, antes de tan funesto destino, ¿por qué no pasar un buen rato con él?
La unidad del vídeo es un coche de producción, tal y como debe ser en estas pruebas de homologación, con todos los elementos que equiparía de serie. Es decir, tal y como saldría de la fábrica (si el cliente no lo personalizase a su gusto). No obstante, hay algunas diferencias: por ejemplo la pintura. Para las pruebas de choque se utiliza una especial para detectar mejor los puntos de impacto, tanto si es contra un muro como en el caso de atropello a un peatón.
Sea como fuere, está claro que alguien se lo pasó mejor que bien con el Nevera antes de que este pasara a mejor vida. Aunque no hablan de los resultados del choque con datos concretos, el Rimac Nevera es una auténtica "jaula" de seguridad. Sus creadores aseguran que el monocasco del Nevera es la estructura más rígida "de cualquier coche jamás fabricado", presumiendo de una rigidez torsional de 70.000 Nm/grado (como referencia, la del monocasco del Bugatti Chiron es de 50.000 Nm/grado). Como datos curiosos, el monocasco al completo pesa sólo 200 kilos y está construido con 2.200 láminas de fibra de carbono y 222 de aluminio.
Después de cubrirlo el coche completamente de barro, hojas de árboles y alguna que otra piedra, Mate Rimac vuelve a entrar en escena para decir que todavía no se cree que hayan hecho lo que han hecho con el Nevera. También dice -seguramente con total sinceridad- que espera que los clientes no repitan algo similar con sus coches (seguramente no ocurrirá) justo antes de ir a limpiar el coche. El coche, dice su creador, está listo para ir "contra un muro" y el vídeo acaba en un 'continuará...', así que seguramente próximamente habrá vídeo del Nevera pasando las pruebas de choque y acabando achatarrado.