El Grupo Volkswagen está al borde de la desesperación. Cariad, su principal brazo tecnológico está a punto de decir adiós a la compañía automovilística si sus responsables no empiezan a hacer las cosas que esperan desde el grupo gestor. Dicha división ha sido la culpable del retraso de la llegada de modelos clave para Porsche y Audi, como el Macan eléctrico o el A6 e-tron, respectivamente. Por ello, Oliver Blume, CEO del grupo, ya les está buscando un sustituto y, para esto, confía plenamente en la sabiduría oriental.
En la última reunión general anual de inversores del Grupo Volkswagen, el CEO del grupo automotriz ha explicado a todos los presentes que, actualmente, están “ampliando el enfoque de sus asociaciones de software” y acercándose a grandes firmas locales de China. De esta manera, esperan paliar los contratiempos provocados por Cariad en los últimos meses.
Para evitar repetir los problemas de software que Porsche y Audi han sufrido con el lanzamiento de sus modelos eléctricos, Volkswagen ya se ha puesto “manos a la obra” con nuevos vínculos externos con los que trabajar en el futuro Volkswagen Golf eléctrico. “Nuestros iconos deben ser, y serán, parte de la movilidad eléctrica del futuro. Debemos y podemos posicionar estos modelos donde pertenecen, en términos de imagen de marca”, afirmó Blume en su intervención cuando habló del desarrollo del futuro compacto alemán.
La tecnología juega un papel fundamental en los vehículos eléctricos, especialmente en ciertas áreas aún en desarrollo, como la de la conducción autónoma. Un aspecto en el que aún están trabajando en el grupo automotriz. Sin embargo, y a pesar de esta apertura sobre posibles acuerdos con China, el Grupo Volkswagen todavía no se ha despedido completamente de Cariad, ya que ha dado una nueva oportunidad para que esta división prospere, aunque con un notable descenso en sus inversiones. Uno de los movimientos clave para ello puede ser el cambio de liderazgo de Dirk Hiligenberg por Peter Bosch, el hasta ahora jefe de Producción de Bentley.
Se espera que Bosch reestructure Cariad y comience a explorar nuevas asociaciones con otras compañías que aporten valor al producto final que, posteriormente, acabará llegando a los diferentes vehículos fabricados por el Grupo Volkswagen. Uno de estos acuerdos será con Mobileye, la división de Intel especializada en conducción autónoma.
Desde la cúpula del Grupo Volkswagen ya no depositan su plena confianza en Cariad, a pesar de haber reestructurado su directiva. Hace unos días, Volkswagen cerró un acuerdo con Horizon Robotics por valor de 2.300 millones de euros para comenzar a construir una empresa conjunta que avance en la tecnología de conducción autónoma.
Volkswagen, por su parte, se encuentra actualmente en plena lucha en el mercado chino, ya que los últimos datos aportados presentan unas ventas en caída con respecto a otras marcas competidoras y originales del país oriental. Esto esperan que quede comience a subsanarse con los futuros modelos eléctricos que llegarán a su gama próximamente, entre los que estarán algunos como el nuevo Volkswagen ID.7, entre otros.